¿Qué es lo que cualquiera de nosotros sabe realmente del amor?
Raymond Carver
Si los castillos de naipes son irresistibles es porque combinan fragilidad y precisión: una pieza fuera de sitio hace que la estructura completa se colapse. Con la más reciente novela de Mónica Lavín ocurre lo mismo. Cuando te hablen de amor (Planeta, 2018) es una novela compleja, muy bien pensada, que se lee con fluidez y que honra la premisa contenida en la página 54: "ser sencillo es difícil".
A Mónica Lavín apenas es necesario presentarla, pues es una de las más reconocidas exponentes de una destacada generación de narradores a la que pertenecen también Ana Clavel, Enrique Serna, Ana García Bergua, Álvaro Uribe, Verónica Murguía y Daniel Sada. Es autora de más de una veintena de títulos, entre ellos las novelas Yo, la peor (Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska 2010) y Café cortado (Premio Colima 2008). Y es también una de las mejores cuentistas contemporáneas en nuestra lengua.
"No se puede reducir el arte del cuento a un recetario", dice Lavín en Cuento sobre Cuento, un lúcido ensayo en donde enuncia un principio que vale también para sus novelas, y que nos da luz acerca de una de las dudas más frecuentes a las que se enfrenta quien escribe una historia. Ante la pregunta ¿qué decir y qué callar?¿cuánto revelarle al lector?, Lavín responde: "la dosis entre lo descarado y lo oculto es facultad de la intuición y el oficio".
Pero volvamos a su más reciente novela (cuyo título, además de ser un verso de José Alfredo, evoca el primer libro de Raymond Carver): Maya y Julio son dos jóvenes profesionistas de clase media que deciden casarse por razones prácticas, pues ambos desean estudiar posgrados en Estados Unidos, y las condiciones de la beca son mejores para los casados. Durante los preparativos Maya no puede evitar las dudas y comienza a observar la manera en que sus padres y sus abuelos construyeron ese proyecto a cuatro manos que es el matrimonio. Hija de padres divorciados, Maya se cuestiona si tiene caso zarpar en un viaje que quizá no llegue a puerto. ¿Quiere en realidad a Julio? ¿Cómo estar segura de que el joven abogado es el compañero ideal para compartir la vida? ¿Se arrepienten sus papás y sus abuelos de las decisiones tomadas?
Otras dos líneas recorren el libro: la historia de Eugenia, dueña de la boutique de novias Tu Día, y los capítulos de una novela escrita por Germán, su amante. Eugenia es una viuda sobre quien pesa una grave acusación: hay quienes piensan que la muerte de Paolo, su ex esposo, fue más que un accidente. Germán, por su parte, intenta terminar una novela sobre un vendedor de libros que un día se ve sepultado en una torre de papeles. Con deslumbrante habilidad Lavín hace que las tres líneas se entrelacen y que las decisiones de los personajes influyan entre sí. A cada paso vuelven los fantasmas del pasado, se mezclan con las incertidumbres del futuro, y desfilan por estas páginas las muchas variaciones del amor: casas chicas, concubinatos, matrimonios, parejas del mismo sexo, amores furtivos y complicidades incestuosas son retratadas con precisión. Curiosamente, aquí también es válida la premisa que regula las relaciones entre autor y lector, pues notamos que las distintas formas de asumir la vida en pareja difieren entre sí sólo por la dosis entre lo que queda oculto y lo que queda en el descaro. ¿Cuánto se le dice al otro? ¿Cuánto se le dice a los demás? ¿Cuánto es aconsejable ceder en beneficio del proyecto común?
Para azuzar a sus lectores, Lavín elige una de las costumbres más arraigadas en torno a las bodas, una práctica doble que dice mucho respecto a esas "puestas en escena" que es toda ceremonia nupcial: que el novio tenga prohibido ver el vestido antes de la boda y que al mismo tiempo deba pagarlo.
De este modo, Cuando te hablen de amor es, además de una historia perfectamente amarrada y escrita con maestría, una intensa reflexión sobre las relaciones de pareja en el siglo XXI.