Con éxito. La productora Alison Dickey, el actor John C. Reilly y director Jacques Audiard. (AP)
A medio camino entre la comedia, la picaresca y las aventuras, el western The Sisters Brothers, del francés Jacques Audiard, tuvo ayer en Venecia una buena recepción, en especial por las interpretaciones de Joaquin Phoenix, John C. Reilly, Jake Gyllenhaal y Riz Ahmed.
Un proyecto arriesgado para Audiard en su primera incursión cinematográfica en inglés, teniendo en cuenta, además que el western no es su género favorito, como reconoció en una rueda de prensa en la Mostra, donde su filme compite por el León de Oro.
"No soy muy conocedor del western, me gusta, pero no soy apasionado. Soy contemporáneo de los western de los años setenta", dijo Audiard, quien considera que lo mejor de la historia ya estaba en el libro homónimo en el que se basa, del canadiense Patrick DeWitt.
"Creo que muchos de los inventos y peculiaridades de esta historia ya estaban presentes en la novela y eso es lo que hizo que el libro fuera muy bueno, diría que irresistible", afirmó el realizador, que recibió el guión de manos del actor John C. Reilly y su mujer, Alison Dickey, que están entre los productores de la película.
Una película en la que también hay producción española, francesa, belga y rumana y que se rodó en España, donde se recrean los paisajes de Oregón en los que se desarrolla la historia de los hermanos Sisters, Eli (Reilly) y Charlie (Phoenix), dos asesinos a sueldo que son contratados por Comodoro (Rutger Hauer) para matar a Hermann Warm (Ahmed), cuyo socio es John Morris (Gyllenhaal).
Un "cuento más que un western" para Audiard, quien cree que la historia es la de "dos adultos grandes que se han quedado en la edad de 12 años" y que se comportan como tales. Pero también "es la historia de un regreso a la casa", de la búsqueda de un nuevo comienzo, y del amor, de todo tipo de amor, "entre hombres, entre hermanos". "Hay mucho amor en mi película (...), hay muchas declinaciones del amor y de la afección", afirmó Audiard.
Junto a él, Reilly, que cubrió la ausencia de Phoenix en Venecia hablando de su excelente trabajo. Fue "un desafío trabajar con alguien tan increíble como Joaquin Phoneix. Creo que es el mejor actor que hay, es un actor muy instintivo, muy obsesionado con la veracidad y la honestidad", afirmó.
Y también resaltó cómo el libro de DeWitt le interesó desde el primer momento y por eso decidió participar, además, como productor en un proyecto que implicó a muchos países. Una Torre de Babel, como señaló el actor, muy satisfecho porque la película haya contribuido a "construir puentes culturalmente con la lengua en un momento de terrible división en el mundo".
El actor, que estuvo toda la rueda de prensa gastando bromas, se refirió a las "flatulencias" de su caballo cada vez que Audiard decía "acción", aseguró que el director es un brillante detector de "basura" en las interpretaciones y hasta encontró el lado positivo a tener que utilizar a un traductor.
"Jacques entiende perfectamente el inglés, pero cuando discute algo habla en francés y había un traductor. Y eso permitía tener tiempo para reflexionar. Me hizo estar muy atento a las cosas que no se dicen", explicó.
Y ahora, con una cierta distancia del filme, también se ha dado cuenta de que el filme trata temas más amplios de lo que parece en un primer momento, sobre "lo que significa vivir en una civilización" y la evolución de América desde 1850 hasta hoy.
Al respecto, lamentó que en esa América había entonces y sigue habiendo hoy "brutalidad y genocidio", lo que, agregó, "no es un plan sostenible para el futuro".
Es más bien "un plan autodestructivo", reflexionó Reilly, para quien una de las cosas que hace relevante al filme es que te lleva a plantearte "hacia dónde vamos a partir de hoy".
Al respecto, el coguionista Thomas Bidegain aseguró que The Sisters Brothers refleja "la prehistoria de la relación de Estados Unidos con la violencia", lo que hace que este western sea "pertinente hoy día".
Critica el sexismo en los festivales
El francés Jaques Audiard criticó abiertamente el sexismo en la selección de los filmes a competición en los grandes festivales de cine y lo hizo al presentar su último filme, The Sisters Brothers, con el que compite en la Mostra de Venecia.
“Cuando vi la selección de la competición en Venecia, que era de 20 (hombres) contra 1 (mujer, la australiana Jennifer Kent), envié correos a mis colegas de competición, pero no encontré un gran eco”, explicó Audiard.
Y, aunque, aseguró que no critica “para nada” el desarrollo del proceso de selección “ni la integridad de la presidencia” (de la Biennale de Venecia), sí puso en duda otros elementos.
Desde hace años, recordó, hay protestas por la falta de mujeres realizadoras en las competiciones de los grandes festivales e incluso hay una “especie de constricción”, Los responsables dicen que han hecho su trabajo y que cuando están viendo los filmes para hacer la selección no se plantean el sexo de las propuestas cinematográficas, resaltó el ganador de una Palma de Oro en Cannes por Dheepan (2015).
“La pregunta correcta no es el sexo del filme, ¿los festivales tienen un sexo? ¿los dirigentes de festivales tienen un sexo? La respuesta es simple, sí”, dijo muy firme el realizador. Y recordó que desde hace casi 25 años sus películas van a festivales y no hay mujeres dirigiéndolos. Además, en esos años, ha visto siempre las mismas caras, “los mismos hombres en diferentes puestos, que cambian, pero siempre están ahí”.
“Eso no funciona”, afirmó rotundo. “Los comités de selección están marcados por la opacidad, no sabemos quién selecciona, hay que cambiar eso”.
“Paremos de reflexionar sobre cosas como el sexo de los filmes, que no tiene sentido, es sólo una cuestión de igualdad y justicia, la igualdad se cuenta, la justicia se aplica. Puede que así evitemos aberraciones”, agregó Audiard. Y cuando los periodistas empezaron a aplaudir, les paró diciendo: “¡No!, no se aplaude, ¡se reacciona!”.