Javier de la Peña asistió a los Juegos Olímpicos de la Juventud este año, que se realizaron en Buenos Aires, Argentina. (ARCHIVO)
Un año de metas cumplidas y de convertir expectativas en realidades, ha sido el 2018 para Javier de la Peña Schott, joven lagunero que recién cumplió los 17 años de edad y es un vivo ejemplo del gran auge que la disciplina del triatlón ha tomado en esta región.
En base a disciplina y tesón, ingredientes fundamentales para todo atleta de alto rendimiento, "Javi" ha logrado, uno tras otro, históricos triunfos para triatletas no solamente de La Laguna, sino de todo México, siendo el 2018, un año de consolidación en su carrera deportiva. Para muestra, se convirtió en el primer triatleta lagunero que clasificó a los Juegos Olímpicos de la Juventud y previamente se coronó campeón de todo el continente americano en su categoría, hechos sin precedentes y que ponen el ejemplo para los deportistas laguneros.
Relajado, en casa, después de un ajetreado año y con miras a un calendario igual o más exigente, Javier de la Peña habló con El Siglo de Torreón, acerca de lo que significó el competir en los Juegos Olímpicos de la Juventud, en los que se ubicó en el lugar 12 a nivel mundial, así como los objetivos trazados para el año que está por comenzar. Aunque ya terminó su calendario de competencias, el joven lagunero sigue entrenando con el equipo "La Pandilla", bajo la batuta de Ricardo Vega, ya que los grandes objetivos que tiene en mente, no permiten relajamiento.
Para el juvenil triatleta, la histórica calificación a los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 en Buenos Aires, Argentina, son fruto del esfuerzo diario.
"La experiencia nunca se me va a olvidar, pero empieza desde el proceso, los entrenamientos que pude compartir con mis compañeros y entrenadores, todas esas friegas, como dice mi mamá, de levantarnos temprano para entrenar. Pero luego ya estar allá, la experiencia es fuera de este mundo, llegan las delegaciones de otros países y empiezas a sentir escalofríos, es un reto el mantenerse tranquilo, porque si no, te comen los nervios", confesó.
Contrario a los Juegos Olímpicos mayores, en los de la Juventud se vive un ambiente de convivencia y ayuda mutua, más que competencia, lo que el lagunero vivió en carne propia: "todos lo único que quieren hacer ahí es mejorar, nadie te va a tratar de menospreciar, todos siempre van a ser proactivos, tratando de buscar el bien de los demás, eso es muy bonito y lo voy a tener presente durante toda mi vida", dijo nostálgico.
Con firme memoria, Javier recuerda su sentir durante el pasado 8 de octubre, el día en que le tocó competir en Buenos Aires.
"Me levanté sabiendo que no me podía poner nervioso, porque eso me iba a dar para abajo, entonces desperté contento, feliz, no viendo tanto la competencia como una carga, la veía como una oportunidad de mejorar. Desde que me formé en la línea me dije que debía demostrar quién soy, que el mundo me vea y así me fui durante toda la competencia, dando mi mejor esfuerzo en cada brazada, en cada pedalazo y en cada paso que di", rememoró.
Al término de su participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud, Javier y sus allegados disfrutaron como si hubieran ganado, sabiendo que dieron un paso firme para el triatlón en la Comarca Lagunera y en todo México.
"Estaba muy feliz, Ricky (entrenador) estaba muy feliz, me empezó a enseñar todos los mensajes de la gente aquí en Torreón y la verdad es que eso es muy bonito, sentir que yo me convertí en parte de ellos, es algo muy bonito y también ellos se convirtieron en parte de mí, eso de verdad que no tiene precio", afirmó.
Lograr el histórico boleto a los Juegos Olímpicos de la Juventud, es apenas un paso más para Javier de la Peña, quien ya observa hacia adelante, con nuevas metas por cumplir durante 2019: "esto no se acaba aquí, el que termina ganando es el que no se rinde, entonces nos toca seguir dándole duro en el triatlón y en la escuela, hay mucho que mejorar, entonces a trabajar", advirtió.
Para Javier, el objetivo en 2019 es clasificarse al Campeonato Mundial de Triatlón 2019 que se celebrará en Lausana, Suiza, entre el 29 de agosto y el 1 de septiembre próximos, a donde aspira a competir ya no en categorías juveniles, sino en el máximo nivel, junto a los mejores triatletas de todo el planeta. Para ello, se sigue entrenando fuertemente y planifica junto a su entrenador, el calendario de competencias que realizarán para poder aspirar a conseguir las marcas que los catapulten hacia el mundial.
Ante un reto de semejante tamaño, Javier se escuda en la disciplina, responsabilidad y en el tesón propio de los laguneros.
"Tengo una hambre para demostrar quién soy en este deporte, muchas ganas de cumplir mis metas, siempre se tiene que pensar en grande, si se tienen metas chiquitas no vas a llegar a ningún lado, tienes que pensar a futuro, en cosas grandes y trabajar siempre", advirtió, al tiempo que visualiza otro de sus grandes objetivos: los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
