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Ensayo sobre la cultura

El tema es la cultura

Definir la cultura se ha vuelto una tarea de ir acumulando manifestaciones que la integran. Buscando una definición pequeña, di con ésta: "Cultura es todo lo que da sentido, o lo que tiene sentido, en la vida del hombre". Cultura es un todo, pero con una característica, que tenga sentido para el hombre, o la sociedad.

Todo lo que podamos acumular, es posible clasificarlo en las siguientes áreas: mito, rito, religión, arte, filosofía, ideología, ciencia, usos y costumbres, todo ello enmarcado en la historia, a través de lo cual se especifica: tiempo y espacio.

Cultura, en el lenguaje moderno, sería el programa que posee el hombre para darle un significados a los objetos que están frente a su conocimiento. No todas las sociedades poseen el mismo lenguaje; por lo tanto, según sea el grupo cultural al que nos refiramos, tendrán significados las cosas y los usos. Por ejemplo, no es lo mismo hablar sobre la liberación de la mujer en la cultura occidental que hacerlo en la musulmana. Se trata de diferentes concepciones que se han construido a través del tiempo.

Este programa, del cual partimos para valorar las cosas que atañen a nuestra existencia, se han construido por las tradiciones que se han ido acumulando en la sociedad que nos ha tocado vivir. Muchas de las bases que fundamentan nuestras credulidades ni siquiera sabemos a ciencia cierta de donde surgen y hasta no nos atrevemos a ponerlas en crítica porque se nos derrumbaría nuestro contexto vital. Basta con ver lo que le pasó al imperio azteca cuando sus dioses le fallaron. Del mismo modo, si aplicamos a alguna de ellas la lógica, se podría probar su contradicción, pero cuando está plenamente integrada a tu ser, prefieres vivir en la contradicción que eliminar el programa.

La cultura tiene dos grandes campos interdependientes. Uno, el teórico, que explica las cosas por medio de la fe, de la creencia, de la opinión de las mayorías o de la ciencia. De ésta, se deriva la práctica, cuyo valor principal reside en la funcionalidad.

La práctica está regida por leyes que aplicamos a todo lo que hacemos. Desde las leyes de urbanidad: por educación, comemos con cubiertos. Es una ley no escrita. Tenemos leyes para todo: la gramática, rige las formas de escribir, la Constitución, la relación entre los hombres en una sociedad. De la Constitución, se desprenden los códigos. Contamos con las leyes morales que tienen relación con la religión, y las leyes éticas, que tienen relación con la filosofía que sustentamos. Hasta el deporte tiene leyes, reglas que seguir. La vestimenta tiene sus propios códigos aunque no estén escritos en ninguna parte. Cuando no combinas lo que te pones, la gente te ve mal porque te alejas de los parámetros. Las tendencias de las modas se convierten en leyes, como las buenas costumbres: el hecho de saludar, etc., etc., etc.

Innumerables leyes no están escritas; lo que cierto es que si no las respetas, te habrás de enfrentar al rechazo de quienes te rodean y con los que convives. Ahora, la cultura, como el lenguaje, que es parte, cambia, no es rígida, no es algo muerto. Lo que ahora es válido, mañana puede no serlo y viceversa. La percepción cambia, lo que es lo mismo, el programa ideológico que nos sirve para interpretar el mundo ha variado y entonces podemos aceptar lo que antes era inaceptable: el que la mujer utilice vestido o pantalón, el largo de la falda, la homosexualidad.

En la construcción del programa simbólico, interviene el dato concreto, o sea, el mundo real y el simbólico. Dentro de nuestras estructuras, está la capacidad de imaginar y a través de ella hemos podido crear lo imposible o de presentir sus posibilidades. Lo mismo se habla de un paraíso celestial, que uno terrenal, o el paraíso comunista, donde se presiente que la felicidad es eterna. Lo mismo se considera la perfección como algo posible cuando estamos rodeados de puras imperfecciones.

Cuando hablé de sentido en la cultura, me refería a que nos podemos considerar como de camino hacia alguna parte. El sentido es la dirección seguida para conseguir una meta, después de la cual, nuestro movimiento habrá de terminar. La perfección significaría que ya no hay camino a seguir porque no lo necesitas: lo mismo si llegas al estado comunista que al cielo. No hay más allá.

Si no es posible conseguir el estado absoluto, se puede arribar a estaciones intermedias. El chiste es saber si nuestro programa cultural no nos ha trazado falsos mapas que nos alejen, en lugar de acercarnos, a donde queremos llegar.

La cultura tiene que ver con todo esto, que es algo más que las artes.

  Por: José Luis Herrera Arce

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