COMO PINTA EL AÑO
Vasconcelos era Vasconcelos y se le ocurrió dotar de paredes a los pintores para que en ellos plasmaran sus murales, dándose un movimiento muy importante en México que se llamó el muralismo mexicano.
En nuestra ciudad, hubo murales en la presidencia, que al ser demolida, fueron removidos y dicen que los pusieron en el Museo del Algodón, allá por el rumbo de la Alianza. Yo no sé si eran buenos o malos, lo que si estoy seguro es que en el área de la pintura escaseamos de ellas. Si hablamos de murales, están los del Teatro Nazas, que se recuperaron, y los del Hotel Río Nazas.
En relación con la pintura, sé que anda en gira una réplica de la Capilla Sixtina, pero lo que se ha escuchado es que alguna vez vendrá al estado de Coahuila, a Saltillo o a Torreón, o a alguna otra ciudad que la acoja. Cuando estuvo en la Ciudad de México, me tocó ir a verla; después, cuando viajé a Chiapas, por ahí la vi anunciada. Esto es algo que vale la pena tener en tu ciudad y ojalá hubiese esperanzas de que el acontecimiento sucediera.
A lo mejor debemos de conformarnos con las exposiciones itinerantes que el Arocena nos ofrece, porque después de todo, dirán los políticos, que la pintura es un arte elitista, como lo es la música clásica, y tenemos nuestra Camerata de muy alto nivel y escuelas de música que la promueven.
Elitista o no, la pintura es la pintura y de alguna manera representa al mundo que nos ha tocado vivir. Hablé al principio de la pintura mural, donde personajes como Diego Rivera interpretaron al mundo a través del socialismo y donde en general era la aspiración nacionalista de un nuevo estado que terminaba de salir de una revolución y que aún no fundamentaba su aspiración social; seguimos sin hacerlo, estamos más lejos que antes, pero de que tenemos necesidades de expresión, las tenemos, y no sólo a través de la pintura, sino en general, por medio de todas las artes.
Si hablamos de la escultura, también veremos que en algunas ciudades se hicieron importantes algunas esculturas, como pueden ser la Diana, el Ángel, la Minerva en Guadalajara y en ciudades con poca creatividad, el David, que está en la ciudad de Monterrey. A nosotros nos fue mal con los bustos porque a alguien se le ocurrió que era un material fácil de vender para resolver sus problemas económicos y con el poco empeño que hubo para vigilar el acervo, desaparecieron muchas, otras mejor se guardaron fuera de los ojos públicos y a nadie le interesa, hoy, proponer monumentos.
De la literatura, mejor no hablamos. Hace mucho tiempo se dejaron de publicar libros porque también eso afecta al presupuesto municipal, aunque la ciudad sigue dando muestra de que tenemos una literatura importante, y las nuevas generaciones que han sabido emigrar hacia la Ciudad de México, como Vicente Alfonso, se están acomodando dentro del sistema y hasta han logrado la traducción de su obra.
Para el teatro, anteriormente teníamos el Mayrán para todos los grupos interesados, pero al parecer, ya no hay el movimiento que había en los sesenta y los setenta. Las que sí han proliferado en la región son las escuelas de danza de todo tipo. Hay un semillero de bailarines que se podría aprovechar para crear un grupo de danza estable en La Laguna, folklórico, clásico, jazzístico.
Como pinta el año en relación con el fomento cultural, se me antoja que va a ser malo porque es un año político, de esos en los que el dinero se nos va a ir en promover campañas demagógicas que si no han podido resolver el problema económico y social de la ciudad, mucho menos harán algo por promover, respaldar o auspiciar a los personajes que hacen la cultura a diario en nuestra ciudad, con sus propias uñas.
Entonces, el mejor de los consejos, es seguir trabajando con los propios medios e intereses. Si pueden agenciarse por ahí algún apoyo, eso será bueno, y si no, como siempre se han hecho las cosas en esta ciudad, con el esfuerzo personal, con la confianza y credibilidad que cada quien se ha ido labrando en el transcurso de su vida.
Otra cosa es que podrían unirse los creadores, dejando a un lado los esnobismos propios de la profesión. Unidos podría exigirse, enfrentarse al nuevo titular, para decirle: No vine a preguntarte si vas a tener proyectos, lo que nos interesa saber es cuando se le va a asignar a estos proyectos.
Como pintará el año: por lo menos, habrá Camerata.
Por: José Luis Herrera Arce