Desesperados. Familiares del primer oficial Miguel Ángel Arreola Ramírez no tenían todavía información específica sobre el piloto.
Tras escuchar sobre el desplome del Boeing 737 que se registró en el aeropuerto "José Martí" de La Habana, familiares del primer oficial Miguel Ángel Arreola Ramírez, quien tripulaba esta nave, acudieron a las oficinas de la empresa Aerolíneas Global Air, en la colonia Santa María la Ribera, en el centro de la ciudad; sin embargo, no recibieron mayor información.
Durante algunas horas cuatro personas, entre ellas la esposa de Arreola Ramírez, permanecieron en la zona, pero al no recibir respuesta por parte de la empresa y ante la molestia que les generó la presencia de los medios de comunicación se retiraron sin dar ninguna declaración.
En el edificio número 213 de la Calle Doctor Atl, en la colonia Santa María la Ribera, el movimiento de personas era constante, aunque nadie quiso dar declaración alguna sobre el accidente.
Al lugar también llegó Ana Marlén Covarrubias, quien de inmediato abrazó a su ex compañera y esposa de Miguel Ángel Arreola. Durante algunos minutos lloraron juntas; luego, Ana dio el pésame a los demás familiares del primer oficial, quienes permanecieron en el interior de un vehículo blanco.
Ana contó que trabajó en Global Air durante siete años y conoció a los tripulantes que este viernes murieron; comentó que acudió a acompañar a la esposa de Arreola Martínez, quien también es sobrecargo.
"Todo el medio aeronáutico está de luto, por solidaridad vengo a acompañar a mi compañera. No tengo nada malo que decir de la empresa, estoy agradecida, lo que pasó fue en accidente y no tengo más palabras", dijo.
Refirió que conocía a algunos de los demás tripulantes, entre ellos, el capitán Jorge Luis Núñez, la sobrecargo mayor Daniela Ríos y la sobrecargo primera Abigail Hernández, con quienes voló en algunas ocasiones.