Ninguno de los dos compromisos realizados en abril de este año por el ayuntamiento de Lerdo con los locatarios del Mercado Donato Guerra se han cumplido, ni se ha reparado la estructura que sostiene el pilar de la entrada por la Aldama, que ya está toda cuarteada, ni tampoco fue reubicado el negocio de la carnicería San Carlos, cuya pared parece irse cayendo a pedazos.
María Luisa Elizondo de Ayala, dueña de la carnicería San Carlos, ya fue incluso visitada por autoridades estatales de la Coprised, quienes ya le advirtieron que no podrá seguir vendiendo el producto en este local por el riesgo que representa tanto para ella, su familia y sus trabajadores como para los clientes que diariamente acuden ya como una tradición a este local. Le dieron un plazo de dos meses. Los locatarios aseguran que las autoridades no regresaron ya desde el mes de abril.