Mezquinos, canallas, conservadores, neofascistas, así llama AMLO…
A quienes no lo apoyan, o no piensan como él. El Mesías Tropical, como fue llamado alguna vez, habiendo ganando todas las canicas en las últimas elecciones, entra a gobernar no para todos, sino sólo para quienes votaron por él y piensan como él. En este momento, goza de un gran capital político; la gente lo adora y espera de él, lo que no recibió en décadas. En campaña, los que asistan a sus mitines, le acercaban a sus hijos enfermos, porque creían que al poner su mano, sobre su cabeza, podían curarse. No exagero.
Martí Batres, presidente del Senado, organizó una pastorela y, con risa majadera, celebró que el niño, que era adorado, tuviera el rostro de Andrés Manuel. Mal empieza un gobierno en el que la población en general tuvo tantas esperanzas. No me incluyo.
Me recuerda, el saludo que los ciudadanos de Roma dirigían a su Emperador en la decadencia del Imperio: Dominus Et Deus (Señor y Dios) le llamaban. Vuelven a mi memoria los informes de Adolfo López Mateos, de Díaz Ordaz, de Luis Echeverría, de López Portillo y de Salinas, que reflejaban un presidencialismo enloquecido. Ojalá me equivoque y mejoremos.
De lo que no me queda duda, es que no tenemos una Transformación, la cuarta, que sea nueva para el país. Los nombres de Manuel Bartlett, en CFE; de Durazo, exsecretario de Colosio, en Seguridad Pública; de Marcelo Ebrard, exsecretario de Camacho Solís del salinismo, en Relaciones Exteriores; de Moctezuma, exsecretario de Gobernación con Zedillo, en Educación; etc. Cuando me dicen que México tiene un nuevo Gobierno, contesto que tiene un nuevo presidente, pero que la Administración Pública Federal la tiene el viejo PRI, con todas sus mañas.
Tenemos algo más grave: en el viejo PRI, la única oposición era el PAN y era una oposición respetada y respetable. Ahora mi partido, rechazado por el pueblo debido a su sumisión a Peña, se ha convertido en la única oposición real, pero por desgracia, la ciudadanía ya no lo respeta, porque mis dirigentes carecen de autoridad moral. Me duele la situación de mi país y preocupa su futuro, que es el de mis hijos. Intentaré ser optimista en mi siguiente comentario.
En otro tema: ¿sabe usted a quién le dicen en Lerdo Lady Casas, y por qué?
Mtro. Juan de Dios Castro Lozano
Lerdo, Dgo.
Que no lo olviden
Esperamos que las autoridades de nuestro municipio no olviden al “año viejo”, no sólo porque les ha dejado “cosas muy buenas”, sino también por los pendientes que urgen se soluciones.
Yo espero que por lo menos en cinco si se vea el cambio: que ya quede el Metrobús, que ya tengamos un drenaje pluvial para las colonias más afectadas, mayor protección a las mujeres (no sólo por la policía, sino hasta por la misma sociedad), que sea más dinámica la economía de nuestra Laguna (estamos quedando rezagados a diferencia de otras regiones) y por favor que la corrupción se vaya diluyendo en todos los sectores.
Héctor Quintana
Torreón, Coah.
