Dijo que estará presente para solidarizarse con la Diócesis de Gómez Palacio. (ARCHIVO)
Para el Obispo de la Diócesis de Torreón, Luis Martín Barraza Beltrán, el que la última voluntad de monseñor José Fortunato Álvarez, obispo de Gómez Palacio haya sido que sus restos descansen en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, es un gesto muy pastoral y de entrega hacia su pueblo.
Además el monseñor recuerda a Fortunato como un hombre que siempre dio testimonio de servicio pues pese a su limitación, se mantuvo frente a su iglesia.
“Don Fortunato sirvió al Señor, estuvo muy disponible, me consta, que apenas electo obispo se le detecta una enfermedad grave y se mantiene a la decisión de la Iglesia que debe de asumir esta responsabilidad, nos dio un testimonio de un servicio desde la limitación, desde la fragilidad que es algo difícil, uno quizá para servir quiere estar en óptimas condiciones, y él a pesar de su enfermedad”, comentó.

Fotografía: Iván Corpus
Y el que haya sido su voluntad el descansar en Gómez Palacio, es un gesto muy pastoral.
Dijo que estará presente para solidarizarse con la Diócesis de Gómez Palacio, “hacernos presentes, de unirnos espiritualmente con la oración en la celebración de sus exequias”.