El Gobierno de Nicaragua atacó a decenas de estudiantes que se encontraban atrincherados desde mayo en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) en protesta contra los actos de represión del presidente Daniel Ortega, que ya han dejado más de 351 muertos según organismos humanitarios. Los estudiantes fueron atacados de manera sorpresiva por las "fuerzas combinadas" del Gobierno la tarde de ayer viernes, mientras Ortega celebraba una fiesta sandinista con agentes de la Policía en la ciudad de Masaya.
Al igual que en diferentes ciudades de Nicaragua, las "fuerzas combinadas", compuestas por policías, antimotines, parapolicías, paramilitares y grupos oficialistas, atacaron con armas de guerra la sede principal de la UNAN-Managua, al sur de la ciudad, denunciaron los estudiantes. El ataque se dio luego de que el Gobierno de Nicaragua mostró su interés en que las clases fueran restablecidas en la UNAN-Managua, a pesar de la presencia de los estudiantes en su interior.
Los estudiantes, que fueron expulsados de la universidad durante el ataque, utilizaban el campus como santuario de los jóvenes manifestantes que temían represalias de las autoridades, por protestar contra Ortega.
Algunos de ellos utilizaron Facebook Live para despedirse de sus padres, con la convicción de que iban a morir en el ataque, mientras podían escucharse los disparos junto a ellos.
"Mamá, perdóname, salí a defender mi patria, te amo, ¿oíste?", dijo una estudiante, al pie de una barricada, en una transmisión por internet. Inmediatamente otro alumno dijo: "A la mía (madre), que no la veo desde abril, desde que salí de mi casa en Estelí, yo le agradezco, díganle que la quiero mucho y que no me arrepiento de nada, morí por una causa".