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IBERO TRANSFORMA

MARÍA, ¿QUÉ CALLAS?

MTRA. ZAIDE SEAÑEZ

Cristina Morató es una periodista y fotógrafa catalana que viajó por América Latina, África y Medio Oriente para escribir reportajes y artículos. Alternó este trabajo como directora de programas en la televisión. Sin embargo, decidió abandonar su trabajo en televisión para dedicarse a escribir sobre la vida de grandes mujeres que han dejado huella en la historia. Su fascinación por ellas le hizo recorrer cuarenta países, lo que dio como resultado obras como Viajeras intrépidas y aventureras (2001), Las Reinas de África (2003), Las Damas de Oriente (2005) y Cautiva en Arabia (2009), entre otras más. En 2010 escribió Divas rebeldes, obra que rinde tributo a María Callas, Coco Chanel, Wallis Simpson, Eva Perón, Bárbara Hutton, Audrey Hepburn y Jackie Kennedy, y todo a través de una exquisita y ágil redacción.

¿Qué tienen en común estas mujeres? En mi opinión, las siete lograron conquistar la admiración, el respeto, el amor y el odio de muchas personas. En sus vidas hubo sufrimiento, pobreza, guerra, triunfos, dinero, admiración de hombres y mujeres famosas, y mucha soledad. La escritora logra seducir con su escritura, pues destaca los contrastes de sus atormentadas vidas. Sus fuertes personalidades pudieron despertar la envidia de muchos, ignorantes del desierto en el que ellas vivían; de la amargura, abandono de sus padres y baja autoestima que enérgicamente formaron sus caracteres.

La vida de María Callas, por ejemplo, es fascinante. Nacida en Nueva York, hija de inmigrantes griegos, descubrió su amor por la música desde muy joven. Su madre fue la primera que se percató del don de su hija y buscó por todos los medios que la regordeta y miope niña encontrara las oportunidades para que tuviera excelentes mentoras que le educaran voz, estilo e imagen. La escritora deja ver que Evangelina Kalogeropoulos (madre) sólo vio en su hija una mina de oro, lo que definió la relación fría y distante entre madre e hija. "Yo no tuve infancia…" diría María en una ocasión.

La familia, aunque orgullosa de sus raíces griegas, tenía necesidad de adaptarse y hacer fortuna en los Estados Unidos, por lo que el padre decidió cambiar su apellido a Callas al obtener la nacionalidad estadunidense.

La escritora destaca en la biografía las luchas que tuvo que librar hasta convertirse en la gran artista de ópera que el mundo recordará por siempre. Relata con gran detalle los romances con los hombres más importantes en su vida: Giovanni Battista, esposo y mánager, y Aristóteles Onassis, el gran amor de María y padre del único hijo que logró procrear, pero cuya pérdida al nacer se convirtió en el motivo más importante de las depresiones constantes de la cantante.

La vida artística de María logró darle muchas satisfacciones y alegrías. Viajó y conoció grandes personalidades del mundo del espectáculo y empresarial. Considerada una diva, leer esta biografía me constata que figuras tan exitosas son tan comunes y humanas como cualquiera; con miedos, ilusiones y decepciones; con amor y desamor. Es probable que hasta sufran más que nosotros, los simples mortales.

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