Denuncias. En el primer semestre Coahuila registró una tasa de incidencia de 174.2 por cada cien mil habitantes. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Impunidad, malas políticas públicas y los entornos violentos contribuyen al aumento del fenómeno de la violencia familiar, pero también hay corresponsabilidad por parte del personal de instancias de gobierno ajenas a la procuración de justicia y diferentes sectores de la sociedad, considera Ariadne Lamont, vocera de la Red de Mujeres de la Laguna.
El Siglo de Torreón informó que en los primeros seis meses del año, Coahuila ocupó el primer lugar en denuncias de violencia familiar a nivel nacional.
Lamont dijo que este fenómeno engloba diversos factores, los más importantes son la impunidad y las fallas en las políticas públicas.
"Si hubiera en verdad una respuesta rápida y efectiva de parte de las autoridades para evitar estos crímenes, estos delitos que se cometen al interior de las casa, si hubiera esta efectividad, los hombres se detendrían más de agredir a las familias".
No obstante las políticas públicas implementadas tampoco son suficientes, tanto por parte del Estado como de los municipios.
"Las políticas públicas que hay son ineficaces porque no han logrado palear, detener ese problema tan grande (…) Las políticas públicas que tenemos no son las adecuadas, ni suficientes.
Además señaló que los municipios son los responsables de la prevención, lo que también está pendiente.
Sin embargo no son los únicos que inciden en esta problemática, también están inmersos el personal de hospitales, sobre todo el médico, quienes tienen la obligación de denunciar la violencia cuando sus pacientes la padecen y docentes que se den cuenta de que sus estudiantes son víctimas de abusos.
En el plano social, está la tolerancia o normalización de la violencia, lo que tampoco abona a su erradicación.
"Encontramos tolerancia social, la gente ve notas rojas en prensa, televisión y redes y ¿Qué hacen? Contestar con insultos, pero no hacen nada más diferente de eso, no sale de redes sociales, no llega a la vida real su malestar, se queda en la vida virtual, ¡eso no hace la diferencia! Mas menores, más mujeres van a seguir siendo golpeados, muriendo".
Dijo que como sociedad debemos exigir: prevención, erradicación, cero impunidad y políticas públicas efectivas".
En el plano individual señala que las mismas personas que se reconocen violentas deben solicitar apoyo, al igual que quienes la padecen.