Motivos. La protesta de URIM se debió a que el líder, Aurelio Jiménez fue sorprendido con documentos falsos para un trámite. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Las inconformidades que dieron a conocer taxistas de la Unión Revolucionaria Independiente Mexicana (URIM), en contra de la Subdirección de Transporte en La Laguna de Durango, son injustificadas, pues todas las organizaciones deben cumplir con la Ley.
El titular de la dependencia, Armando Ramírez Barley, expuso que el problema de fondo es que el líder de esta organización, Aurelio Jiménez Martínez, está inconforme porque en días pasados, se le sorprendió tratando de hacer válido un trámite de cesión de derechos de una concesión con un documento notarial falso.
El funcionario expuso que el dirigente de la URIM presentó ante esta dependencia un documento que supuestamente fue expedido por una notaría de Parral, Chihuahua, pero al detectar que se trataba de un oficio carente de autenticidad, se estableció comunicación con dicha oficina y sus encargados negaron haberlo emitido.
En días pasados, Jiménez llevó a un grupo de taxistas a la presidencia municipal para inconformarse contra la Subdirección de Transporte estatal y pedir la intervención de la alcaldesa, Leticia Herrera Ale, bajo el argumento de que se han elevado las infracciones porque los vehículos no portan seguro y por llevar placas vencidas.
Efectuaron la protesta afuera de la presidencia, a pesar de que el servicio de transporte es regulado por el Gobierno estatal y el municipio no tiene intervención.
El subdirector de Transporte señaló que la contratación de un seguro por parte de los taxistas es una medida obligatoria y establecida en la Ley de Transporte del Estado, como una manera de garantizar la reparación de daños si llegan a participar en algún accidente.
En cuanto a la portación de placas, destacó que la legislación es muy clara en ese sentido, no sólo para los prestadores del servicio, sino también para los particulares, en el sentido de que las láminas deben estar vigentes.