EL INTERNET ES NUESTRA BIBLIAEL INTERNET ES NUESTRA BIBLIA
La tecnología es muy buena, sobre todo cuando es usada para bien y de una manera adecuada.
El problema es que todas las novedades electrónicas que existen en la actualidad son muy llamativas, es decir, es muy fácil que las incorporemos a nuestra vida diaria y que al poco tiempo se hagan adictivas, al grado de que ya no podamos concebir nuestra vida sin ellas.
Es muy frecuente que en la consulta me comentan, al estar revisando al perrito, antes de que se les dé algún diagnóstico, "ya consulté en Internet los síntomas y dice que puede ser tal o cual cosa", a lo que yo les respondo: tienen que tener cuidado, pues siempre existen síntomas muy evidentes, pero hay otros más sutiles que no se ven, aparte de que en muchas ocasiones debemos apoyarnos en diversos estudios de laboratorio. Por otro lado, les sugiero que en todo caso, si quieren consultar algo, lo hagan mejor después de un diagnóstico previo de su médico y de preferencia en alguna página oficial de alguna universidad acreditada.
El problema es que muchas veces no tenemos el criterio suficiente para recibir un cúmulo de información, que muchas veces nos abruma, nos inquieta y nos desconcierta, pues en el caso de que no sea la enfermedad que realmente tiene nuestra mascota, sólo estaremos recibiendo datos que aumentarán nuestra ansiedad.
En otras ocasiones, si por ejemplo, sobre todo las nuevas generaciones andan en busca de alguna dirección en algún rumbo de la ciudad, que no conozcan bien y si no tienen algún GPS, es muy difícil que den con ella, pues no tienen el sentido de orientación muy agudo, por depender en exceso de la tecnología y algunas veces se les dificulta incluso interactuar con otras personas, es decir, preguntar a alguien de manera ocasional, para saber si van en el rumbo correcto hacia la dirección que buscan.
En muchas ocasiones, estamos en una reunión familiar que en la actualidad es muy necesario tenerlas, para no perder nuestra hermosa tradición de tener contacto con nuestros mayores y con las generaciones jóvenes de nuestra familia, pero resulta que ahora muchos de los miembros están continuamente con algún aparato electrónico, celular, Nintendo, tablet, computadora, aparatos de música, etc., al grado de que el que no está en la misma actividad, se siente desfasado e ignorado, perdiéndose muchas veces la comunicación interpersonal que tanto necesitamos.
Ahora nos felicitamos por mensaje, por e-mail, WhatsApp, etc., porque así nos lo recuerda nuestra computadora o celular, ya ni en eso queremos complicarnos la vida.
El colmo para mí fue que hace poco tiempo una señora me dijo en persona: al acabar la consulta de su perro, "me gustaría comentarle algunas cosas y hacerle algunas observaciones respecto a usted", a lo cual le respondí que encantado, que me las dijera, ya que esos comentarios son siempre bienvenidos, pues nos hacen siempre mejorar, y me respondió: "después, mejor que llevo prisa"; "cuando guste", le respondí.
Al otro día, tenía un e-mail bastante extenso y detallado y pormenorizado de todas y cada una de las observaciones que tuvo a bien hacerme. En la primera oportunidad que tuve, me comuniqué con ella por teléfono y le agradecí su mail y le dije que porque no lo había hecho en persona, a lo cual me contestó: "es que tengo dificultad para comunicarme con la gente y además no tengo valor para decir algunas cosas y prefiero esconderme detrás de una computadora".
Y ahora, para terminar, una gota de filosofía: Dos grandes verdades que en ocasiones necesitas recordártelas, especialmente cuando te desanimas o desalientas por alguna razón son: PUEDES MÁS DE LO QUE TE IMAGINAS, VALES MÁS DE LO QUE PIENSAS.
