Delito. María Teresa fue testigo del delito en contra de su hija y, aunque estaba en posibilidades de impedirlo, no lo hizo.
La pequeña Azul nació en ciudad Juárez, Chihuahua, el 11 de octubre de 2016, y murió el 7 de octubre de 2017, su padrastro Roberto Jovany Vargas Sánchez la violó y mató a golpes, con la complicidad de su madre María Teresa Aguilar García, única sobreviviente del suceso, y quien pasará los siguientes 44 años de su vida en el Cereso 1 de Durango, por el delito de feminicidio y violación agravada en contra de la niña de un año y siete meses de edad.
En la investigación realizada por este medio, el año pasado, quedó claro que la mujer no intentó impedir el crimen.
SUICIDIO DE JOVANY
El 6 de octubre, un día después de la muerte de Azul, se llevó a cabo la primera audiencia del caso, misma en la que el padrastro, repetía "verdad que yo no hice eso", y cuestionaba a María Teresa.
El 7 de octubre, Jovany se suicidó en el área de detenidos del Cereso 1.
Evidentemente sólo la mujer fue vinculada a proceso por los delitos de feminicidio y violación agravada, como coautora en comisión por omisión.
A LA CÁRCEL
A un año del crimen que estremeció a los duranguenses, la madre de Azul fue sentenciada a 44 años de prisión y una multa por 230 mil 756 pesos.
La Fiscalía General del Estado comunicó que la Agente del Ministerio Público, adscrita al Centro de Justicia para Niños y Niñas y Adolescentes, fue notificada por el juez de Control.
María Teresa recibió una sentencia por medio de un Procedimiento Abreviado, lo que indica que aceptó su culpa en el feminicidio y violación de su hija Azul, a quien según su hermana mayor, una niña de cuatro años, siempre le pegaban "porque era bien llorona".
