Así inició nuestra escrituraAsí inició nuestra escritura
La computadora dio un gran brinco hacia la popularidad en el uso cotidiano cuando a alguien se le ocurrió poner los famosos iconos -se puede decir íconos o iconos-.
Fue entonces cuando la computadora, hasta ese momento privilegio de los ciberiniciados, se volvió muy "amigable" con todos, porque por ejemplo, para imprimir lo que se haya escrito, todo lo que hay que hacer es buscar el dibujito de la impresora y ahí hacer un clic, o si se quiere desechar información, hacer una operación similar buscando el cesto de la basura para poner ahí lo que no sirva.
Esto, que en su momento nos pareció lo máximo de lo ultramoderno, es lo que hacían nuestros antepasados en la Era Paleolítica. No precisamente usar computadoras, sino comunicarse gráficamente a través de dibujitos, que son los que llamamos pictogramas.
Así empezó, hace miles y miles de años, el proceso de evolución de la escritura que es la que nos permite perpetuarnos a través de la letra grabada.
Porque cuando se coincide en el espacio y en el tiempo, las personas pueden comunicarse, intercambiar ideas, describir sentimientos, proponer acciones, todo eso por medio de la palabra hablada.
Pero cuando me quiero comunicar con gente que está a kilómetros de distancia, o cuando quiero darles un mensaje a los nietos de mis nietos que cuando estén aquí yo ya voy a estar a tres metros bajo tierra, entonces el primer gran recurso es la escritura.
El diccionario define el verbo escribir como "representar palabras o ideas con letras u otros signos". Aún hoy en día, y a pesar de tantos avances tecnológicos, sigue predominando como uno de los grandes recursos de la comunicación, la "acción y arte de escribir", que es la escritura.
El proceso de evolución de la escritura empezó pues en tiempo de nuestros antepasados cavernícolas -los que habitan en cuevas- que antes de aprender a cultivar la tierra o a criar animales, ya hacían sus "pininos" como decoradores de interiores al adornar sus cuevas con figuras de lo que les rodeaba: animales, árboles, astros, lo que veían y que era de importancia en su mundo primitivo.
En principio, el hecho de pintar todas esas figuras se concretaba a ese afán decorador que todos traemos, pero hubo un momento en que las pinturas empezaron a representar mensajes. Por ejemplo, si el hombre le grababa una determinada figura a su lanza, eso quería decir que esa lanza era suya para uso exclusivo de él… y "pobre de aquél que osara agarrarla"… la lanza.
Ahí empieza ese gran recurso de la comunicación que vence a la muerte, al tiempo y la distancia… ese es la escritura.
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios: donjuanrecaredo@gmail.com. Twitter: @donjuanrecaredo.
ME PREGUNTA:
Juanita Lozano: ¿Cómo se le llama a la acción gramatical de nombrar a una ciudad por ejemplo: La Sultana del Norte, La Perla de Occidente, La Blanca Mérida, La Bella Airosa?
LE RESPONDO:
Pues yo no creo que exista una forma gramatical para eso. "Nombrar" sería lo más adecuado.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:
Sólo hay algo más difícil de olvidar que el primer beso: el último.