A finales del siglo pasado las economías del mundo decidieron abrir sus fronteras logrando un mayor desarrollo debido al comercio creado por la integración económica. Para facilitar dicho comercio los países se agruparon de diversas maneras como en tratados comerciales, uniones aduaneras, mercados únicos, etc. Así facilitaron los flujos de trabajo, capital, bienes y servicios, esta integración económica se puede definir también como el proceso por el cual más de dos países se unen para formar un mercado a través de un acuerdo comercial. La idea es sencilla eliminar de manera progresiva las fronteras económicas entre países.
Para el premio Nobel de economía Jean Tinbergen existen dos tipos de integración económica una de corte negativo que se basa sólo en eliminar obstáculos comerciales como los aranceles y la segunda la integración positiva busca la cooperación entre naciones y la armonización de sus políticas económicas, sin duda mucho más compleja de lograr que la primera. Pero también Tinbergen considera cuatro aspectos por los cuales las naciones deben agruparse, dos son razones políticas y dos más razones económicas, sin embargo, pareciera ser que el presidente Trump nunca ha escuchado de ellas.
Los países buscan aliarse económicamente para poner fin a los continuos enfrentamientos entre ellos, así como para facilitar el desarrollo de naciones menos favorecidas que crean presiones migratorias y económicas en países más desarrollados. Desde el punto de vista económico las naciones buscan ampliar sus mercados y acelerar su crecimiento y fortalecer a los países miembros; estos postulados parecen estar obsoletos, ya que instituciones financieras y ministros de todo el mundo ya expresan su preocupación por el riesgo de una posible "guerra comercial" desatada por el presidente Trump al crear aranceles en acero y al aluminio, es decir, el mundo comienza a preocuparse por una nueva etapa proteccionista cuyo responsable directo sería el presidente de Estados Unidos.
De hecho el director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC) Roberto Acevedo en el marco del Foro Económico Mundial para Latinoamérica manifestó que el organismo actuará de manera específica para evitar este conflicto que podría crear un "efecto dominó" ante las medidas unilaterales que cada países decida tomar al sentirse afectados en su comercio, como si esta "guerra" fuera ya inminente y como si existiera ya la necesidad de tomar medidas que contrarresten las decisiones comerciales de Trump.
Estados Unidos al autorizar aranceles de 25 por ciento a importaciones de acero y 10 por ciento al aluminio (que excluyen momentáneamente a Canadá y México) ya afectó, entre otros países, a Brasil, quien brinda empleo en el sector del acero a más de 200 mil trabajadores y representa el segundo exportador de este bien después de Canadá, ante esta situación el presidente Temer de Brasil anunció la posibilidad de ir ante la OMC a presentar dicha controversia.
Mientras se discute el conflicto con Brasil, Estados Unidos ya abre otro frente con China, ya que está presionando a aquella nación para que reduzca su superávit comercial con Estados Unidos en 100 mil millones de dólares, como si las relaciones comerciales se determinaran por decreto, a la nación norteamericana poco le importa que el superávit se elimine con más importaciones chinas provenientes de Estados Unidos o si los asiáticos reducen sus ventas a la unión americana; el caso es que Trump estaría preparando aranceles a las importaciones de hasta 60 mil millones de dólares a más de 100 productos chinos, sólo imaginemos el impacto en las relaciones comerciales que tendría una medida como ésta si sólo el caso de dos bienes como acero y aluminio generó el impacto que hemos visto en las últimas dos semanas.
Y por si fuera poco también van y se enfrentan con la India y los acusan de dar subsidios a sus exportaciones (como si EUA no lo hiciera) y presentaron una demanda ante la OMC contra la nación indú, acusándolos de otorgar beneficios a empresas exportadoras por valor de 7 mil millones de dólares al año en forma de exención de aranceles e impuestos que favorecen a su comercio, provocando otro conflicto comercial.
Pero, no conforme con eso la Casa Blanca también decide a través del secretario de Comercio Wilburn Ross advertir a la Unión Europea que reduzca sus barreras comerciales, ya que esos aranceles son injustos para Estados Unidos su industria y sus agricultores, cabe destacar que la Unión Europea es una superpotencia y no permitirá chantajes como otras naciones que negocian tratados de libre comercio y seguramente su respuesta no se hará esperar.
Pero como cualquier conflicto se comienza cuando hay dos partes dispuestas al mismo, por lo que esperamos que China, India, Brasil, la Unión Europea, Canadá, México y los que se sumen en la semana mantengan una postura negociadora que permita sortear este momento y actúen con responsabilidad y con el hígado.
