A menos de un mes de la elección presidencial en México aún la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) sigue siendo una incógnita. Muchos pensamos que a estas alturas el acuerdo estaría terminado, sin embargo, a cambio del acuerdo tenemos las declaraciones de Larry Kudlow asesor de la Casa Blanca que invita a sus dos socios comerciales a negociar de forma distinta el TLCAN y tener reuniones separadas (Blanco, 2018), es decir, invita a México y Canadá a iniciar pláticas para sustituir el tratado comercial por acuerdos bilaterales, lo que sería un retroceso al proceso de integración económica de la región.
Ante estas declaraciones el gobierno mexicano a través de Ildefonso Guajardo secretario de Economía y los canadienses mediante su primer ministro Justin Trudeau rechazaron la propuesta de Estados Unidos de sustituir el Tratado por acuerdos bilaterales ya que a todas luces no sería benéfico para la región.
El gobierno de Trump enfrenta controversias económicas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) con todos sus socios comerciales como México, Canadá, la Unión Europea y China por la imposición de los aranceles al acero y al aluminio, aunado a esto debemos sumar las diferencias comerciales con China, Rusia e India.
Todos estos conflictos económicos creados por Donald Trump nos lleva a preguntarnos ¿Qué tan congruente es esta guerra comercial emprendida por el gobierno norteamericano con el resto del mundo?
La respuesta en un primer plano pareciera tenerla la Goldman Sachs cuando refiere que estas decisiones del presidente norteamericano obedecen a una estrategia de la Casa Blanca para presionar a sus socios comerciales y obtener el máximo beneficio, pero que estas amenazas no serían creíbles si no van acompañadas de acciones concretas, es decir, esta estrategia de presión tendría que disminuir una vez alcanzados los objetivos trazados.
Pero, por otro lado, China da otra posible respuesta a través de Hua Chunying, vocera del ministerio de Relaciones Exteriores, quien plantea que estas propuestas norteamericanas son políticas de "empobrecimiento al vecino" y de "bombardeo excesivo" y que de ninguna manera son útiles o efectivos para resolver problemas y afectan al comercio (Morales, 2018), lo que nos hace pensar que esta podrían ser la forma más eficaz de fortalecer su economía y así poder enfrentar la creciente influencia de China en el mundo
Se podría considerar que la forma más viable de fortalecerse es "haciendo equipo" y fortaleciendo a los socios comerciales, pero parece que la Casa Blanca avanza en otra dirección ¿Cómo está funcionado esta política comercial para Estados Unidos?
De acuerdo a las cifras del Buró del Censo estadounidense, las compras de México a Estados Unidos crecieron un 18.9 por ciento en abril de 2018 para situarse en un nivel de 22 mil 433 millones de dólares, también el déficit comercial estadounidense se redujo en abril a un mínimo de siete meses, debido a que las exportaciones aumentaron, de acuerdo a las cifras presentadas por el Departamento de Comercio de aquel país y la brecha comercial se redujo en un 2.1 por ciento hasta llegar a los 46 mil 200 millones de dólares, el menor déficit registrado desde el mes de septiembre de 2017.
En materia de desempleo Estados Unidos se encuentra en su nivel más bajo en 18 años con una tasa que cayó a un 3.8 por ciento en el mes de mayo de 2018, su nivel más bajo desde el año 2000, solamente en ese mes se crearon 223 mil empleos de acuerdo al Departamento del Trabajo. Otra cifra relevante para la economía del vecino país la presenta el Banco Mundial que estima un crecimiento de 2.7 por ciento para este año, cifra muy lejana del 2.2 por ciento proyectada a principios de 2018, además, se estima que para 2019 Estados Unidos tenga un crecimiento de 2.5 por ciento muy por encima del 1.9 por ciento estimado en enero (Morales Y. , 2018).
Pareciera ser de acuerdo a estos números que las políticas proteccionistas y poco ortodoxas emprendidas por el presidente Trump están dando resultados por lo menos en el corto plazo, pero, ¿hasta qué momento será así?, de hecho según cifras de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por su sigla en inglés), los flujos mundiales de Inversión Extranjera Directa cayeron 23 por ciento en 2017, por lo que mantener este conflicto económico por mucho tiempo traerá consecuencias significativas para todo el mundo tarde o temprano.
Daría la impresión de que Trump espera que pasen sus elecciones al congreso para que su política comercial beligerante cesara, pero si en el corto plazo está obteniendo divídendos ¿Qué incentivos reales tendrá la Casa Blanca para cambiar su estrategia comercial?
Estos cuestionamientos se vuelven clave en un escenario en donde México está a punto de cambiar de presidente, en que las tendencias de todas las economías parece no ser las más liberales y sobre todo en que no sabemos a ciencia cierta que fin tendrá el TLCAN, pues al parecer sólo es un instrumento de Trump para mantenerse en el poder. ¿Se convertirá esta ola de proteccionismo global en una nueva tendencia económica?
