El año pasado se anunció que la metodología para medir la inflación en México a través del Índice Nacional de Precios al consumidor (INPC) cambiaría desde la segunda quincena de julio, pues se busca actualizar la canasta básica de bienes y servicios, los ponderadores, las áreas geográficas donde se elabora la medición y el cambio del año base.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se utilizará este período del año debido a que es el de menor variación de precios, cantidad y gasto.
De acuerdo a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) una canasta básica es una representación de un conjunto de productos y servicios necesarios para que una familia alcance a satisfacer sus necesidades básicas de consumo a partir de su salario.
En México tanto instituciones públicas como privadas han utilizado el concepto y tratado de elaborar sus propias canastas de análisis para diversos fines, sin embargo, la canasta básica más utilizada es la diseñada para medir la inflación a través del INPC y se obtiene a través de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH).
Como sabemos el control a la inflación es uno de los principales objetivos de las economías y para poder dar respuesta a este tipo de desequilibrios es necesario medir y conocer su comportamiento, para poder lograr este objetivo el instrumento se debe ajustar a las nuevas y cambiantes dinámicas de consumo de la población; así, por ejemplo, en el año 2005 se utilizaba una canasta con 580 artículos y servicios aproximadamente, de 2013 hasta el mes pasado se trabajaba con 283 bienes y con la actual modificación se integraron 16 artículos nuevos para llegar a 299.
Por otra parte, la irrupción de los millennials en la economía y sus peculiares hábitos de consumo han transformado el mercado interno mexicano. El grupo al que hacemos referencia se integra por los nacidos entre 1980 y el 2000 y tienen entre 20 y 39 años de edad y en nuestro país representan al bloque de consumidores más importante, ya que son aproximadamente 37 millones de personas y representan aproximadamente el 30 por ciento de la población.
Debido a la importancia de este segmento de población la canasta básica se tuvo que modificar e integró al análisis servicios a mascotas como ir al veterinario o el corte de pelo del "perrhijo", se integraron también los servicios de mensajería por compras por internet tan necesarias para este grupo de jóvenes. El cuidado a su salud volvió imperante la inserción de la leche de soya y el té como parte de los bienes de la canasta, así como el consumo de música, películas y videojuegos.
El objetivo de esta nueva metodología es conocer una canasta básica que refleje los nuevos patrones de consumo, las condiciones de mercado actual y formar parte de las mediciones internacionales actuales para así comparar el comportamiento entre economías.
El ajuste al INPC afectó de manera negativa la inflación esperada para el 23 de agosto, ya que los especialistas consideraban una cifra de 4.74 por ciento, sin embargo, la inflación anual llegó al 4.81 por ciento y la inflación que se presentó durante la primer quincena de agosto fue del 0.34 por ciento y representa el alza más importante para una quincena desde mayo de 2009.
Cuando Marx hablaba de economía lo hacía desde la óptica de la racionalidad de los seres humanos y la manera en que éstos buscan satisfacer sus necesidades con los recursos escasos y limitados, pero no creo que considerara los deseos y las conductas de consumo de los millennials mexicanos, vaya error histórico.
