El Foro Económico Mundial (WEF) presentó su Índice de Competitividad Global 4.0 (ICG 4.0) en el cual México se ubicó en el sitio 46 de 140 naciones evaluadas, lo que significó un retroceso de dos posiciones respecto al año anterior bajo la nueva metodología del WEF.
De acuerdo al organismo esta nueva metodología integra indicadores más acordes a la Cuarta Revolución Industrial (4IR) que se caracteriza por la era digital, la transición de los combustibles fósiles a energías renovables como la eólica o solar, a la supremacía del sector servicios por encima del sector primario y secundario, la biotecnología y nanotecnología entre otros.
Dada esta 4IR en el mundo era necesario readaptar el Índice con variables más acordes a los nuevos tiempos; aunque sin importar el tipo de indicadores que se consideren en el instrumento parece que a México le hace falta mucho camino por recorrer en materia de competitividad, basta decir que con la metodología anterior entre 2012 y 2017 el país apenas pasó del lugar 53 de 144 naciones evaluadas al lugar 51 de 137.
El ICG 4.0 pretende ser una brújula económica, busca ser un llamado a la acción para el trabajo de largo plazo, crear liderazgos holísticos, ágiles y con visión de futuro para construir economías más competitivas y de esta manera lograr elevar los niveles de vida y proporcionar oportunidades para todos los miembros de la sociedad. El informe del Foro Económico se presentó por primera vez en 1979 y a través de los años ha enfrentado cuatro transformaciones en sus indicadores (Schwab, 2018).
En esta nueva versión se puede observar nuevamente doce pilares en donde se agrupan los indicadores, pero se dieron algunos cambios como el pilar de Preparación Tecnológica que se convirtió en Adopción de Tecnologias de la Informatica y la comunicación, el pilar de Enseñanza Superior y Formación se convierte en el de Habilidades, Eficiencia del Mercado de Bienes pasó a ser Mercado de Productos, Salud y Educación queda Sólo como Salud y el pilar de Desarrollo de los Mercados Financieros ahora será Sistema Financiero.
Por su parte. Instituciones, Infraestructura, Macroeconomía, Mercado Laboral, Tamaño del Mercado, Dinamismo Empresarial e Innovación prácticamente quedaron con el mismo nombre.
Los datos más relevantes para México se muestran en el pilar de Instituciones que se encuentra en 105 de 140 países debido a que la delincuencia organizada (posición 139), la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes (130) , libertad de prensa (120) y la regulación gubernamental (117) son un serio lastre para nuestro país a decir del documento.
En el rubro del Mercado Laboral también se evidencia el desastre de la reforma laboral, pues el país se ubicó en el lugar 100 debido principalmente a que la políticas de contratación y despido alcanzaron el lugar 105, derechos de los trabajadores posición 112 y la tasa de Impuesto Sobre el Trabajo 112, lo que hace evidente la necesidad de replantear dicha reforma estructural. El mismo caso es para el tema de Educación y Capacidades que ubica a la nación en el penoso número 86, pues las habilidades digitales de la población 87, el promedio de años de escolaridad 82, el pensamiento crítico en la enseñanza y la proporción alumno/maestro en educación primaria 96, son temas que no tocó la mal llamada reforma educativa y sus resultados se reflejen en el Índice de competitividad.
En el lado opuesto se encuentran los pilares de Tamaño de Mercado que obtiene el lugar 11 debido al número de habitantes que hay en el país y tamaño de economía a nivel mundial y el pilar de Estabilidad Macroeconómica que se ubicó en el lugar 35 en donde resalta la dinámica de la deuda múltiple que nos sitúa primer lugar; también resaltan la conectividad vial lugar 7 y tasa de electrificación que en un empate con 65 naciones se obtiene también la primera posición.
Los ajustes en la metodología permitieron a nuestro país estar dentro de las 50 economías más competitivas y ocupar el segundo lugar en América Latina sólo atrás de Chile.