A pesar de que Moody's le dio el espaldarazo al gobierno de López Obrador, no todo es miel sobre hojuelas para el gobierno virtual. Si bien es cierto que se tiene que exponer un plan de acción, lo cierto, es que un escenario internacional como el actual, puede cambiar la dirección de la política económica.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China, la incertidumbre que viven algunos países emergentes como Argentina y Turquía, así como el bajo crecimiento de China son factores que crean incertidumbre en el contexto económico internacional en el segundo semestre del año, sin embargo, a pesar de estas condiciones la calificación crediticia de México otorgada por Moody's permanecerá en "A3" con perspectiva estable, lo que podría ser considerada como una calificación "notable", dicho por la propia institución financiera, y un reto muy importante para la próxima administración.
La buena nueva fue producto de la Cumbre México 2018: Perspectivas crediticias durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) organizado por la misma institución financiera, ahí se plantearon los retos económicos y financieros que deberá enfrentar el gobierno de López Obrador.
La calificación del país es producto del adecuado manejo de las finanzas públicas y su gradual reducción de la dependencia de los ingresos petroleros y una mejor recaudación vía impuestos a las gasolinas, de la estabilidad macroeconómica, la renegociación favorable del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y que no se observe en el escenario un giro importante en la política económica, que afecte las finanzas públicas.
Se debe recordar que las empresas calificadoras también son representantes de inversionistas o grupos de inversionistas tanto nacionales y extranjeros, por lo que tienen intereses económicos que proteger y como buen representante de estos capitales Moody's ´no perdió oportunidad en advertirle al nuevo gobierno que se mantendrá en observación de las decisiones que en materia económica tome el gobierno de López Obrador, poniendo particular interés en la parte energética y fiscal.
Otro tema de mucho interés que las calificadoras evaluarán durante el sexenio será si el gobierno entrante aplicará de manera inmediata medidas para mejorar las condiciones económicas y adopta políticas "promercado", que incluyen apoyo al libre comercio.
Dicho de otra manera la presión internacional de los grandes capitales es una realidad para el nuevo gobierno y en varios aspectos se contrapone a las promesas realizadas en campaña por AMLO, sin embargo, el punto de encuentro de ambas visiones está en que a México le vaya bien, y para lograrlo se tienen que sortear algunos retos como la relación con Estados Unidos, la gobernabilidad, el funcionamiento de Pemex y el crecimiento elevado, inclusivo y sostenido.
En dicho foro el representante de AMLO fue el próximo subsecretario de Egresos de Hacienda Gerardo Esquivel, quien delineó el plan financiero de la próxima administración y que consta de cuatro puntos básicos.
Primero, el diseño de una reforma administrativa a Pemex que le permita modificar su régimen de utilidad contributiva y crear alianzas para el intercambio tecnológico y capacitación, segundo, una reforma al sistema de pensiones que estaría funcionando a mitad del sexenio cuya base sea el régimen de utilidad no contributiva como en Chile, el siguiente punto sería la reasignación de gasto en participaciones y aportaciones que hace la federación a estados y municipios y que es considerado un gasto discrecional y poco transparente y, por último, la modificación a la banca de desarrollo y la posibilidad de integrar en una sola dependencia a Nacional Financiera (Nafin) y Proméxico.
Pero sin lugar a duda el dato más relevante que dio Esquivel fue el compromiso del próximo Gobierno de que si no se logran los ingresos suficientes tras la implementación de las medidas de austeridad los programas sociales se "achicarán", por lo que parece ser que la disciplina fiscal será el eje rector de la próxima administración para bien o para mal de los millones de mexicanos que votaron por el cambio de la política económica en México.