Los padres no quisieron denunciar a la mujer porque son indocumentados. (INTERNET)
El caso de 2015 de una pastora evangélica que mató a un niño argumentando que deseaba ‘sacarle el demonio’ estremeció al mundo.
Aracely Meza, de Balch Springs, Dallas, causó daños físicos a un niño mexicano, Benjamín Aparicio, de 2 años, que eventualmente falleció.
Ahora la mujer, de 52 años fue condenada y recibió sentencia a pasar 99 años en prisión.
Meza sometió al niño a ayunos prolongados y después lo dejó sin comer 21 días. Tras la muerte del menor, la mujer intentó realizar un rito para resucitarle. "Pensaba que Dios lo despertaría", dijo ella durante el juicio.
Los padres del menor, inmigrantes mexicanos, comentaron que se les indicó que no podían intervenir y que veían a la pastora como alguien de confianza.
The Daily Mail también expone que una mujer que vivía en la misma casa que ellos explica que los padres no quisieron en un principio denunciar lo sucedido debido a su condición de inmigrantes.