Motor. La firma japonesa Mazda busca la máxima eficiencia en motores de gasolina. (ARCHIVO)
La apuesta de Mazda es clara: evidenciar que la ruta a una movilidad más eficiente no debe de ser basada exclusivamente a la electrificación. A través de una ideología que contempla una preocupación por los estratos individuales, sociales y ambientales, la firma japonesa desde hace más de 10 años se ha puesto como objetivo convertirse silenciosamente en la firma con motores más eficientes de la industria automotriz. El primer paso que toman es el motor 2 litros que representa la nueva entrega de su tecnología Skyactiv-X.
A través de varias modificaciones en el motor, mismas que son encabezadas por el empleo de un sistema que reduce el rango de compresión para dejarlo de 16:1 como en un diésel y conservando y controlando la ignición mediante un juego de bujías que buscan el punto ideal para crear una explosión en cada cilindro cuando las condiciones ambientales no favorecen al simple funcionamiento que hace operar a un diésel.
La diferencia fundamental con la operación de este motor es que el funcionamiento de la bujía no sirve para crear la chispa inicial que permite a la cabeza del pistón operar, sino que su función es controlar la mezcla entre el aire y la gasolina para tener el punto ideal del estallido a tal grado que resulte efectivo.