Foto: EFE/Mario Guzmán
Las piezas de Lorena Saravia están hechas para redondear una personalidad fuerte. Su perspectiva se aboca a instalar en chamarras, vestidos, faldas y demás la fluidez de la silueta. Imprime a sus creaciones una elegancia sin fecha de caducidad.
El diseño mexicano goza de llamativa y cada vez más prestigiada salud. Eso se debe en buena medida al empuje de una generación de nombres nuevos envueltos en una personalidad emprendedora. Además, algunos de esos nombres adoptaron una estrategia que abarca diseño y negocio, confección y marketing.
En eso de ser multifuncionales y todoterreno se destaca Lorena Saravia (LS), una marca que provee lujo accesible para la mujer contemporánea, musa inspiradora de los diseños.
En la firma consideran que uno de sus principales atractivos es ofrecer prendas dotadas de una flexibilidad acorde al estilo de vida de quienes son dinámicas y, a la vez, quieren andar listas para un cambio de escenario.
UN NOMBRE PROPIO
Lorena Saravia nació en 1984 en la Ciudad de México. Sus colecciones llaman la atención en foros importantes del mundo de la moda.
Una influencia decisiva en su vida profesional es Macario Jiménez. Todavía sin cumplir la mayoría de edad, trabajó para el tapatío.
Se tituló en la Universidad de Diseño y Moda Felicidad Duce, en Barcelona, España.
Antes de iniciar su negocio, colaboró en Bread and Butter Barcelona y G-Star-Raw. Cuando regresó a su ciudad natal presentó su primera colección, esto en 2010. Hoy día sus novedades salen a relucir en el marco de la Mercedes Benz Fashion Week México.
Ha colaborado con marcas reconocidas a nivel internacional y le gustan los ejercicios interdisciplinarios; le agrada sumarse a iniciativas que contemplan varias formas de expresión estética, por ejemplo, la feria de arte contemporáneo Zona Maco.
Asegura que desde pequeña el diseño era lo suyo. Hoy se ha hecho de un lugar en las pasarelas. La fórmula de su éxito incluye esfuerzo, pasión, mentalidad empresarial, diseños de vanguardia, innovación tecnológica. No obstante, considera que su marca apenas está creciendo. En cierto modo, ese crecimiento fue acelerado tras ganar, en los inicios de su marca, la primera edición del Vogue Who´s Next México.
El año pasado fue distinguida como Empresaria del año por Fashion Group International México.
Temporada Primavera-Verano 2018 en la Semana de la Moda de México, realizada en el Monumento a la Revolución en la Ciudad de México. Foto: EFE/Mario Guzmán
ESQUEMA INNOVADOR
Las piezas de Saravia están hechas para redondear una personalidad fuerte. Su perspectiva se aboca a instalar en chamarras, vestidos, faldas y demás la fluidez de la silueta. Imprime a sus creaciones una elegancia sin fecha de caducidad.
Gracias a la buena recepción de sus colecciones LS abrió su primera tienda en 2014, en la avenida Presidente Masaryk en Polanco, en la capital del país. Sus productos también lucen su estampa en espacios multimarca a lo largo del país.
El código genético de la empresa, según su fundadora, es combinar lujo y precios accesibles. El equipo de trabajo tiene esa directriz. Al mismo tiempo, se inclinan por concebir atuendos prácticos, adecuados para una amplia gama de situaciones, apropiados para varios momentos del día.
Otra de sus líneas de acción es combinar en sus piezas una imagen tan revolucionaria como sofisticada. Para ello se apoya en tonos sobrios, clásicos, la limpia línea recta, sólo recurre a bordados o entretejidos en puntos clave. Si de algo no puede desprenderse a la hora de visualizar sus colecciones, es del color negro, esto por su neutralidad y porque puede definir muchas cosas.
Los esquemas de LS dan lugar a presencias cuyo fin es alguna fiesta de gala o bien la actividad urbana; las prendas pueden combinarse para crear una infinidad de atuendos.
La firma tiene presencia constante en publicaciones como Vogue o Elle. En las entrevistas sobre la escena del diseño en México, Saravia suele comentar que si bien el objetivo de destacar tiene muchos retos, también hay muchas áreas de oportunidad.
Con sus propuesta, la capitalina se ha convertido en una de las pocas diseñadoras mexicanas que ha vestido a supermodelos como la brasileña Izabel Goulart o la canadiense Coco Rocha.
INQUIETA Y SOLIDARIA
En el éxito de LS se entretejen diseño y negocio dentro de un concepto teñido de estética.
Para dar a conocer su colección primavera-verano 2018, difundió un video donde transmitió su compromiso con el empoderamiento de la mujer mexicana. Se filmó en el Monumento a la Revolución de la capital y su intención fue proyectar personalidades fuertes, luchadoras, líderes. Las imágenes destacan el estilo minimalista de LS y la apuesta por tejidos artesanales mexicanos.
Tienda Lorena Saravia. Foto: Taller Hector Barroso/Moritz Bernoully
Desde los cortes y las formas, la marca se unió a la lucha feminista en el mundo globalizado. Según la graduada de Duce si bien la revolución en aspectos como el tecnológico ya está instalada en la cotidianidad, en otros terrenos aún está muy rezagada. Uno de esos terrenos es el de la igualdad entre hombres y mujeres.
Para Saravia, el talento, la visión, la ambición y la determinación son cuatro ingredientes que llevan lejos. Ella ha conjuntado esos elementos dentro de un lenguaje formal y estético en el que el acento mexicano es enaltecido. Gracias a ello, su proyecto ha llamado la atención a nivel internacional y ha crecido la producción. La colección para la primavera 2018 es la más grande que ha realizado hasta ahora: 53 piezas.
En cuanto a sus precios, en el comercio electrónico se ofrecen opciones como un vestido corto en 4 mil 200 pesos y un vestido corto-largo con flecos en 6 mil 800 pesos. Un pantalón y una chamarra flecos en 8 mil 500 y 6 mil 500 pesos de forma respectiva. Una gargantilla de flecos tiene un precio de 1 mil 499 pesos.
La fundadora afirma que su marca, más que vestidos, ofrece un estilo de vida. Además, si bien tiene objetivos comerciales, eso no está por encima de la búsqueda estética. En sus creaciones atiende a conceptos como la austeridad y el funcionalismo.
Las piezas se hacen en el país, con materiales locales. A la oferta de prendas ha agregado un catálogo de accesorios básicos y otros por temporada, desde carteras hasta bolsas multiusos. Un elemento reciente de esas opciones complementarias son botas diseñadas por la capitalina.
En octubre pasado Saravia presentó una colección con una decena de piezas, el Proyecto Oaxaca, moda de seda y algodón artesanal hecha en esa entidad, cuyas ganancias son donadas a los damnificados por los sismos.
La acción tenía otro objetivo igual de solidario: activar la industria de los materiales artesanales o, en palabras de la diseñadora, hacer una diferencia.

