Medidas. Cientos de argentinos han salido a protestar a las calles por el alza en los precios y el desempleo. (ARCHIVO)
El ministro de Economía de Argentina, Nicolás Dujovne, aseguró ayer que el país sigue apostando por un esquema de tipo de cambio flotante y no planea adoptar el régimen de convertibilidad de 'un peso igual a un dólar' que se estableció en la década de 1990.
"Argentina ha adoptado un esquema de cambio flotante que con diversas variantes es el que va a mantener este Gobierno", aseveró el ministro al comparecer en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, a la que acudió para dar detalles sobre el proyecto de Presupuesto para 2019, marcado por la abrupta caída del peso ante el dólar registrada este año y la elevada inflación.
Dujovne fue consultado por el diputado peronista Diego Bossio por unas declaraciones vertidas la pasada semana por el asesor de la Casa Blanca Larry Kudlow, en las que señaló -según se hicieron eco medios argentinos- que "la única forma que tiene la Argentina de salir del dilema es atar su moneda, el peso, al dólar" y que "la gente del Tesoro" ya está "en eso".
"En relación a comentarios del Tesoro de Estados Unidos., la Argentina no está embarcada en ninguna negociación de ningún esquema monetario de las características que se mencionan. Son comentarios particulares del Tesoro de Estados Unidos", destacó el ministro.
"Le quiero transmitir a todos los argentinos que no hay ningún cambio en el esquema monetario que va a plantear Argentina hacia adelante, más allá de detalles técnicos específicos", agregó.
En la década de 1990, durante el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999) se estableció la Ley de Convertibilidad entre el peso y el dólar, principalmente para luchar contra la hiperinflación desatada al final de la Presidencia de Raúl Alfonsín (1983-1989).
Pero el final de ese modelo acabó a inicios de 2002 tras la grave crisis económica que padeció el país, en la que se instauró el corralito bancario.
El ministro de Economía fue también consultado por las negociaciones del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para acelerar los cobros del crédito de 50.000 millones de dólares concedido en junio pasado, con el que se busca paliar las consecuencias de la devaluación y afrontar más rápidamente las reformas encaminadas a reducir el déficit fiscal.
Bossio quiso saber si el Ejecutivo está negociando una ampliación de ese préstamo "por 15 mil ó 20 mil millones de dólares".
"En relación a la actual negociación con el FMI lo que puedo decir es que la estoy efectuando en pleno uso de mis facultades. No puedo en este momento adelantar cuál es el resultado de la negociación que estamos teniendo, que va a ser comunicada en próximos días y seguramente la van a conocer mucho antes de que se vote el Presupuesto de la nación", concluyó.
Crece el desempleo en Argentina
El desempleo alcanzó al 9,6 % de la población activa argentina en el segundo trimestre de este año, lo que supone un aumento de 0,9 puntos porcentuales en comparación al mismo período de 2017, que fue del 8,7%, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La tasa de desempleo entre abril y junio estuvo 0,5 puntos porcentuales por encima de la registrada entre enero y marzo, que había sido del 9,1 %.
Según las cifras oficiales, el índice de subocupación del segundo trimestre del año se ubicó en el 11,2 %, mientras que el de ocupados que demandaron empleo fue del 16 %.
Asimismo, la tasa de actividad fue del 46,4 % y la de empleo es del 41,9 %.
Por géneros, el 21,5%de los desocupados fueron mujeres de 14 a 29 años, seguidos por el 17,3 %, de varones del mismo rango de edad.
El desempleo en los hombres entre el primer y segundo trimestre se incrementó en 0,7 puntos porcentuales (de 8,0 % a 8,7%), mientras que entre las mujeres se mantuvo sin apenas cambios (10,6 % y 10,8 %).
Ya antier miércoles, el Indec señaló que el Producto Interno Bruto de Argentina registró en el segundo trimestre una caída interanual del 4,2 %, rompiendo así una racha de cinco trimestres consecutivos de alzas interanuales.
El país se vio particularmente afectado entre abril y junio por una fuerte inestabilidad financiera y las consecuencias de una dura sequía que afectó al sector agropecuario, uno de los motores económicos del país.