De cada cinco niñas con discapacidad que comienzan a estudiar, solamente una alcanza a concluir su educación básica, mientras que el resto debe suspenderla.
En el caso de los varones, la gran mayoría termina, pero las mujeres en la adolescencia suelen desertar.
Cecilia Cardiel, presidenta de Ver Contigo, consideró que hay una alerta en este sentido, pues las jovencitas dejan de acudir a los centros.