Sin suerte los novilleros en la segunda fecha del serial novilleril 'Soñadores de Gloria'.
Sin triunfadores, resultó la segunda fecha del serial novilleril "Soñadores de Gloria", celebrada ayer en la plaza de toros Alberto Balderas de Ciudad Lerdo, donde ni José María Hermosillo, Patricio Ochoa, Luis Octavio López ni Miguel Polope, lograron cortar alguna oreja ante media plaza.
Abrió el festejo "Patriota", herrado con el número 33, registrado con 350 kilos de peso, negro bragado, paliabierto, de la ganadería de Arturo G. García, divisa en gualda y rojo. El hidrocálido José María Hermosillo ingresa al ruedo y realiza capotazos ligeros, midiendo la fuerza del astado, al que le colocaron extraordinarios pares de banderillas para luego brindar al respetable. Armado con muleta, lleva al novillo hacia los medios, ejecutando tandas de largos naturales a los que asiste noble el animal, ejecuta una faena valiente y bien elaborada con mano izquierda; coloca media estocada en primer intento para al segundo hundir hasta la empuñadura, el novillo dobla y Hermosillo saluda al tercio.
Sale de la puerta de toriles "Malafacha", número 17, con 330 kilos, negro, zaino, débil de los cuartos delanteros, lo recibe Patricio Ochoa, vestido de lila y oro. Logra sacarle poco jugo al astado, desmayando el capote, pasando a muy breve labor del picador y malas banderillas, el brindis fue para el maestro lagunero Fernando Ibarra, ante el aplauso generalizado y el tradicional grito "Arráncame la vida". Batalló el novillero con un astado flojo y distraído, aun así logró ligar "manoletinas" y mojarse las manos en una segunda estocada, recibiendo palmas.
"Jarrito" salió de la puerta de chiqueros, herrado con el número 3 y con 360 kilos, negro zaino, bizco de cornamenta, recibido por Luis Octavio López, vestido en vino y oro, inicia con faroles de rodillas y rápido conecta con la afición. Dos puyazos después, pide banderillar y deleita a los presentes en el tendido, para ya con la muleta, ser cogido en un descuido, para levantarse sin consecuencias y proseguir con su faena, luchando por hacer pasar a un novillo que poco juego ofreció, acabando su existencia tras 4 estocadas, retirándose el novillero en silencio.
"Cantarito" es el cierraplaza, con el número 34 y de peso 355 kilogramos, negro listón, cornicorto, para el valenciano Miguel Polope, en blanco y oro, recibió de rodillas con vistosos faroles, breve con capote y varas. Brindó a los presentes y realizó una lidia con muchos problemas para que el astado embistiera, ofreciendo palmas el respetable, en reconocimiento al esfuerzo del joven espada que apenas hizo su segunda aparición en México, retirándose saludando al tercio, para culminar la tarde sin trofeos.