Cultura Cultura columnas editorial

NUESTRO RECOMENDADO PARA LEER

EL MERCENARIO QUE COLECCIONABA OBRAS DE ARTE

YOHAN URIBE

Concebir, conspirar, ejecutar y evadir, son los cuatro pasos que Adrián Falcón, protagonista de la nueva novela de la escritora cubana Wendy Guerra, supo cumplir a cabalidad cuando fue pieza clave de acontecimientos tan escandalosos como el Irán-Contra, y cuando operó con los cárteles colombianos para financiar acciones contrarrevolucionarias, lo que le generó ser perseguido en Estados Unidos y varios países de América Latina.

La narradora, que es autora de “Posar desnuda en La Habana” y “Nunca fui primera dama”, acaba de publicar “El mercenario que coleccionaba obras de arte” (Alfaguara), una novela que recrea la vida de un hombre que fue blanco del FBI, y termina sus días de combate convertido en condottiero (mercenario) de la CIA y descreído de todo.

“Ha sido un personaje muy controversial, en el caso IránContra él fue la pieza clave, fue la explosión que afectó hasta a Reagan; es una historia nacida en Cuba pero no es una novela cubana, es una novela latinoamericana, muy centroamericana y colombiana, está Pablo Escobar, está su historia muy dura”, dice la narradora.

Wendy Guerra mantiene su literatura en Cuba, en la Isla, pero en esta ocasión sólo como arranque de la historia. Una historia que tiene mujeres, otra constante en sus historias, pero en realidad la mujer que aparece aquí es también muy dura pero lo es con cierta ingenuidad. Ante todo, es la primera novela en la que ella se mete en la piel de un hombre.

“Sí, esta es una novela masculina con una voz masculina. Yo siempre había tenido miedo de escribir en voz de un hombre, pero tuve un gran coach, no será otra cosa pero él es un gran coach”, afirma Guerra. Asegura que Adrián Falcón, es un carismático mercenario que narra su historia, que es al mismo tiempo tierno y diabólico. Un personaje real que conoció en París y le contó su historia.

La narradora cuenta que Falcón, aunque es su seudónimo como a lo largo de la vida usó otros como El Parse, Garfio y Strelkinov, tiene ahora 60 y tantos años y ha sobrevivido con un peculiar sentido del humor a su compleja vida.

Esta historia que replantea la izquierda o las izquierdas, pero también la derecha o las derechas, en América Latina, tiene un lenguaje singular, violento, duro, extremo para contar la realidad de un continente, porque si algo sabe Wendy Guerra es que ahora sí saltó la tapia de Cuba, para mirar más allá de la Isla.

“Sabemos que el lenguaje lo es todo en la literatura, realmente Adrián Falcón estuvo ayudándome mucho, porque yo no hablo así, uno siempre quiere imitar a los hombres de los que escribe y que narra, pero realmente este lenguaje es inimitable; si él no me ayudaba así, al pie de la letra, no lo hubiera logrado”, afirma Guerra.

Adrián Falcón, es un carismático mercenario que narra su historia.

En librerías

El mercenario que coleccionaba obras de arte, de Wendy Guerra:

 Bajo el sello editorial Alfaguara.

Leer más de Cultura

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Cultura

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1513553

elsiglo.mx