Olvídate del molesto ruido
Te has preguntado ¿qué son esos ruidos fuertes, desagradables e incómodos que producen algunas personas mientras duermen? Durante años creímos erróneamente que roncar significa dormir profundamente, sin embargo, ahora se sabe que el ronquido es una alerta de nuestro cuerpo sobre un problema respiratorio mientras dormimos.
Los ronquidos no son una enfermedad propiamente dicha, pero en ocasiones sí pueden esconder un problema de salud. Se identifica como un ruido que aparece como consecuencia de los movimientos de vibración en diversos niveles de la vía aérea superior, donde se sitúa la garganta.
“Estas vibraciones manifiestan diferentes grados de dificultad en el paso del aire por estas vías respiratorias. La causa directa es la tendencia cíclica al colapso de la garganta durante el sueño, en el momento en que el diafragma, con su acción de inspiración, provoca una presión de succión”, explica el doctor David Saucedo, especialista en neumología.
Entre los factores que influyen al ronquido no está el sexo (masculino o femenino), sino las alteraciones craneofaciales, como tener el cuello corto o la mandíbula pequeña; afecciones de la vía aérea superior del aparato respiratorio, como tener una lengua, amígdalas o paladar grandes y la boca pequeña, así como problemas nasales o exceso de peso.
Suele ser un problema familiar, ya que el roncador genera un malestar entre quienes soportan los sonidos y se convierte en un problema que puede ocasionar hasta rupturas matrimoniales.
Además, existen problemas para el propio individuo ya que el ronquido altera su sueño y este no resulta reparador, por ello los grandes roncadores tienden a tener una tensión arterial más elevada que los demás.
En casos exagerados se llega a producir un cuadro llamado apnea del sueño, esto ocurre cuando la respiración ruidosa del ronquido se interrumpe por episodios de cese de la respiración; lo que provoca que la persona no descanse adecuadamente y que durante el día acuse un cansancio excesivo y mucho sueño, ocasionando falta de concentración, disminución de la productividad en el trabajo e, incluso, accidentes laborales o de tráfico, ya que puede dormirse sin darse cuenta.
Verifica tu salud
La solución dependerá del origen de los ronquidos, aunque no siempre se detecta el motivo. Como medidas generales se recomienda:
- Realizar ejercicios diarios.
- Evitar el uso de tranquilizantes y medicamentos para las alergias, antes de acostarse.
- No consumir bebidas alcohólicas antes de acostarse.
- No realizar grandes cenas antes de acostarse.
- Evitar el cansancio excesivo.
- Dormir preferentemente de costado mejor que boca arriba y las 8 horas establecidas.
- Colocar la cama inclinada, levantando la cabecera.
- Procurar que las personas de su familia se duerman antes.
Para dejar de roncar, es necesario revertir el proceso; es decir, desbloquear los conductos de aire. La manera más eficaz -aunque drástica- es a través de la cirugía, concretamente mediante la uvulopalatofaringoplastia, en la que se extrae la úvula más conocida como campanilla, el velo del paladar, la faringe o las amígdalas, para evitar la obstrucción del paso del aire.
Otras soluciones que no implican la cirugía incluyen implantes que permitan dejar abiertas las estructuras nasales, o bien aparatos para mantener los dientes y la lengua en una posición correcta.
Después de todo, solucionar de manera eficaz el problema de los ronquidos, y con él, el de la falta de descanso y otras afecciones de mayor gravedad, ya es posible.