Yurem tiene 10 años y además de pedirle juguetes a Santa Claus en esta Navidad, desea que "no haya gente pobre porque a veces no tienen para comer y se mueren de frío".
Al igual que este niño, América, de 11 años, pide protección para las mujeres "porque somos iguales que los hombres aunque no seamos del mismo género tenemos los mismos recursos, pido que haya igualdad de género y también menos personas enfermas". Otras de las peticiones de los pequeños como Alisson, de 6 años, es que los laguneros "ayuden con una monedita" a los más necesitados.
Todos ellos son hijos y nietos de pepenadores, uno de los grupos más vulnerables de la región y que desde muy temprano tienen que salir a trabajar para poder llevar el sustento a su familia. Ayer, los menores acudieron a la posada navideña que les organizó la Fundación Puertas Abiertas de La Laguna, A.C., una asociación sin fines de lucro que tiene por objeto el rescate y ayuda de personas de escasos recursos, brindándoles los medios para que puedan superar con dignidad y respeto la situación que enfrentan.