Campo. El Proagro Productivo no incentiva ya a los productores de forraje por el tipo de cuota. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Aunque todavía hay productores de forraje del sector social que no han recibido el recurso del Proagro Productivo (antes Procampo) que está pendiente desde 2017, las noticias en ese sentido para este 2018 no son mejores que las del año pasado puesto que aunque los insumos se incrementaron conforme a la inflación, el recurso que recibirán para este año es el mismo, 90 pesos por hectárea.
Lo anterior se especificó en las reglas de operación del Proagro de este 2018 en su capítulo V, que fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
El objetivo del Proagro, dicen las reglas de operación, es dar liquidez a las Unidades Económicas Rurales Agrícolas (UERA) para invertir en actividades productivas de los predios.
No obstante, el recurso de los 90 pesos por hectárea para productores de forraje que ya es prácticamente simbólico, afecta mayormente a quienes tienen menos de cinco hectáreas y que son considerados de autoconsumo.
Para este 2018, el Proagro establece cuotas por hectárea de 1,600 pesos para autoconsumo, de mil pesos para los cultivos de transición (productores que tienen más de cinco y menos de 20 hectáreas) y 450 pesos para los cultivos de tipo comercial (más de 20 hectáreas y hasta 50 de temporal y hasta 12.5 hectáreas de riego), establece 180 pesos por hectárea para el resto del estrato comercial.
No obstante, especifica claramente que: "Las cuotas del cuadro anterior no aplican para predios que registren como prioritario algún cultivo forrajero; a los cuales se les incentivará con 90 pesos por hectárea (hasta 80 hectáreas), independientemente del estrato al que correspondan", citan las reglas de operación.
Lo anterior afecta principalmente a los productores del sector social en la región donde el Proagro está destinado a 25 mil productores registrados y de esos el 80 por ciento (%) siembra algún forraje.
El Proagro tiene el objetivo de dar liquidez a los productores para invertir en sus actividades productivas, pero en el caso de los forrajeros se redujo de 750 pesos por hectárea a 90 pesos.
A nivel nacional, el Proagro se redujo de 12 mil millones de pesos a ocho mil millones de pesos el año pasado.
Son 36 mil hectáreas de forraje las que se siembran en La Laguna de Coahuila y Durango en el ciclo de primavera-verano.
Por supuesto uno de los requisitos es que los predios agrícolas beneficiados con el Proagro Productivo sean sembrados al menos con la superficie incentivada durante el ciclo agrícola correspondiente o de lo contrario no se cuenta.
Perciben abandono
En el campo, lamentablemente es donde más se concentran la pobreza, la marginación y la exclusión social a nivel nacional. El campo mexicano es desde hace ya varias décadas, el sector social y productivo en mayores condiciones de rezago y vulnerabilidad en el país, desde el punto de vista de Roberto Delgado Gallegos, especialista en el sector agropecuario.
De acuerdo con un análisis de 2015-2016, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) identificó en el país cinco millones de unidades de producción rural, las cuales representan una extensión total de 108.3 millones de hectáreas dedicadas a la producción de 208 cultivos cíclicos, además de 198 cultivos perennes.
Adicionalmente, explicó, el Coneval da cuenta de la existencia de 13 millones de unidades ganaderas; de dos millones de ejidatarios, propietarios de 84.5 millones de hectáreas; de 608 mil comuneros dueños de 16.8 millones de hectáreas, así como de 1.6 millones de propietarios rurales que poseen 73.1 millones de hectáreas.
A pesar de las magnitudes señaladas, 89 millones de hectáreas que presentan diferentes grados de degradación del suelo; hay un millón de hectáreas que presentan diversos grados de deforestación, mientras que 110 millones de hectáreas son de uso temporal, pues no disponen de agua para riego, lamentó Delgado Gallegos.
Dijo que la situación es dramática pues el 78 por ciento de la superficie agrícola es de temporal y el Gobierno no ha invertido lo suficiente en cómo mitigar los efectos del cambio climático.