La demanda de agua en los centros de población de la región varía durante las 24 horas del día, los 7 días de la semana y las 4 épocas del año. Así, en las horas de mayor consumo de agua en las mañanas la demanda se incrementa en un 20% a 30% y durante la temporada de calor primavera-verano la demanda aumenta entre un 30% a 50% con respecto a la época de invierno.
En Torreón la demanda promedio en el periodo de invierno-primavera oscila alrededor de 2,400 litros por segundo (l/s) y ahora en la temporada de calor ha ascendido hasta un máximo de 3,200 l/s. Cabe destacar que los valores máximos ocurren cuando se presentan los máximos consumos en determinadas horas y días. Por lo tanto, es muy importante poder regular el abasto con tanques durante dichas variaciones extremas.
Todos los centros de población en el valle de la Comarca Lagunera se abastecen con agua subterránea de los acuíferos regionales, por lo que la mayoría de los pozos operan con extracciones constantes que no permiten aumentar rápidamente los caudales abastecidos cuando se incrementan los consumos, excepto cuando los pozos tienen variadores de frecuencia para aumentar o disminuir el caudal extraído en un rango limitado, que se activan según lo indiquen los sensores de presión en las redes. De ahí la gran importancia de los megatanques para regular esas variaciones en la demanda de agua.
Estamos pasando por una época de calor extremo, lo que exige que todos los pozos operen continuamente en condiciones normales y que las variaciones en la demanda de agua se amortiguen con los tanques de almacenamiento, para lo cual los organismos operadores se tienen que preparar anticipadamente desde noviembre hasta abril de cada año o mucho antes.
Son varios los factores que provocan que el consumo de agua aumente en esta temporada, como son los aparatos de enfriamiento con aire lavado, mayor uso de regaderas, riego de jardines y diversas actividades en centros recreativos y parques.
Si el consumo de agua en un sector o colonia se incrementa considerablemente o excede al caudal disponible en la red de distribución, inmediatamente se produce una disminución en la presión que puede afectar a los usuarios de esa zona o áreas circunvecinas al despresurizarse las tuberías de la red de distribución.
Las bajas presiones pueden ser percibidas como escasez de agua, aún cuando si exista disponibilidad en los pozos pero no suficiente caudal y presión en las redes. Este problema se presenta cada año desde hace muchos años, por lo que ya se debe corregir aprovechando adecuadamente los tanques y megatanques existentes.
