Concluida la temporada de lluvias en la región, ahora se requiere reparar los daños ocasionados por las tormentas extraordinarias en los colectores sanitarios, el pavimento de numerosas calles y algunas viviendas de la ciudad.
Al mismo tiempo se debe trabajar en la elaboración de un proyecto de drenaje pluvial para su ejecución a corto, mediano y largo plazo. Cabe mencionar que a través del tiempo se han construido diversas obras de drenaje pluvial con acciones aisladas y dispersas. Así existen cárcamos y conducciones pluviales, la mayoría en abandono debido a que hay un vacío entre las dependencias estatales y municipales, así como entre Obras Públicas y el Simas en el municipio. Anteriormente Obras Públicas construía las obras pluviales, pero no se las entregaba al Simas, aunque éste último no las incorporaba a su infraestructura porque no las consideraba como parte de sus funciones.
A falta de un drenaje pluvial adecuado, siempre se ha utilizado el drenaje sanitario para desaguar los escurrimientos de las lluvias torrenciales, aun cuando los colectores no tienen capacidad para transportar los flujos extraordinarios que se presentan en un tiempo muy corto, lo que los obliga a trabajar a presión incrementando la erosión y provocando que brote el agua en los pozos de visita ubicados en las cruces de las calles.
Con el tiempo, cuando las tuberías de concreto trabajan a presión, van perdiendo la capa superior, lo cual debilita el soporte de las bases y las carpetas asfálticas, que con el tránsito vehicular provocan que se colapsen los colectores.
La rehabilitación del drenaje sanitario y la construcción de un sistema pluvial integral en la ciudad requiere de mucho tiempo y de grandes inversiones, aunado a las molestias que provocan temporalmente los cierres de vialidades, por lo que es necesario establecer un programa factible a corto (1 año), mediano (3 años) y largo (10 años) plazo.
Se tienen ya identificadas las zonas críticas de inundación o encharcamiento en la ciudad, las obras pluviales existentes y las posibles soluciones, lo que falta es definir las acciones detalladas de rehabilitación y de obras de infraestructura adicional que se requieren, los costos y tiempos factibles para su construcción y la dependencia municipal que debe operar y mantener permanentemente el sistema de drenaje pluvial de la ciudad.
Por lo pronto, lo urgente es prepararse para la próxima temporada de lluvias (julio-octubre) del 2019, con el fin de evitar o reducir las contingencias como las que acaban de suceder este año.
En la medida en que con acciones sencillas se puedan eliminar o disminuir las aportaciones de escurrimientos pluviales al drenaje sanitario, se reducirá el riesgo de que se presenten "caídos" en los colectores, mientras se está en posibilidades de implementar un plan integral de drenaje pluvial, así como un programa de rehabilitación del drenaje sanitario actual.