No es poco frecuente que cuando se trata de problemas que a todos nos aquejan, el responsable de solucionarlos es el gobierno, no importa que nos sentemos a esperar que lo haga, total sacamos un banquito y esperamos. Si bien es cierto que la responsabilidad fundamental del Estado para con su sociedad es garantizarle su seguridad personal y patrimonial, no basta que esta sea una obligación constitucional, ya que no sería la primera vez que lo bello de la ley, solo se vea en el feo reflejo de la realidad; esperar y olvidar parece ser el sino de la sociedad en nuestro país, y un reflejo de la pobre cultura política que tenemos.
Esta realidad histórica, parece que tardará todavía algunos años en que pueda ser cambiada; por sí sola, no; hay que generar las condiciones para que esto pueda suceder. La sociedad civil organizada ha demostrado que cuando se decide a actuar, consigue sus propósitos, aunque en casos como el del Sistema Nacional Anticorrupción, esto haya sido a medias y que a la fecha no ha quedado debidamente conformado. Vale la pena recordar que hace 4 años se inicia la discusión seria sobre los asuntos que tanto lastiman a la sociedad: inseguridad, violencia, corrupción, impunidad, abuso de poder y que a partir de que se involucran las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), el gobierno trata de dar cabida a sus ideas y formas de abordar estos problemas, partiendo del reconocimiento de su existencia, y origen.
Con marchas y denuncias públicas se buscó atraer la atención; sin embargo el interés del gobierno - léase presidente Enrique Peña y los intereses que representa- ha sido otro, el de la simulación que se mantiene como último bastión de un sistema y un régimen agotado, que se resiste a morir; es evidente que nos encontramos en una situación coyuntural que presenta una paradoja: un régimen debilitado y una forma de ejercicio de poder a rajatabla que debilita la poca institucionalidad que le queda; por ello la participación de los ciudadanos en los asuntos de interés público tiene la gran oportunidad.
Querer, e impulsar un cambio a través de las mismas prácticas y reglas, es imposible; su diseño obedeció a otros tiempos, circunstancias y realidades; me explico: se busca adaptar al país a los grandes cambios derivados de la globalidad, tecnológicos, económicos, comerciales, e incluso políticos que en conjunto deben tener la misma orientación, debidamente articulados, pero el resultado es que se han atendido solamente los tres primeros, y el último se ha mantenido intocable; en esta temporada de elecciones para renovar presidente del país, cámaras de diputados, senadores, algunos gobiernos estatales, municipales y congresos locales parecen cumplir una vez más la rutina.
El discurso de los actores de está puesto en escena -autoridades electorales, partidos políticos, sujetos que viven de la política, medios de información, entre otros-, está cumpliendo con el rito, abaratando la esperanza de la sociedad, y a punto de concluir un ciclo más; se cierra dentro de algunos días otra vez el circulo que acompañado de la acción de esperar, inicia el camino ya recorrido.
Amable lector, en PC 29 queremos formar parte de una gran cantidad de OSC que tienen un interés real por cambiar las cosas para mejorar, y estamos convencidos que un requisito para ello es conocer esas reglas y rutinas a las que he hecho mención; debemos comprender que la democracia no termina con el voto el día de la elección, allí es donde verdaderamente empieza. Te invito a que participes en lo elemental y en el espacio inicial, tu familia, el vecindario, espacios donde se debe analizar y discutir si lo que ofrecen en esta temporada los candidatos es lo que necesitamos; si no nos dicen como lo van a hacer, con qué, y cuando, estamos ante la simulación y no en pocos casos la mentira y el engaño.
Ahora sí que de acuerdo a lo que vienen resolviendo en el Tribunal Federal Electoral, es una muestra más de los botones que vamos a tener y a padecer; aprobaron que Napoleón Gómez Urrutia, irredento líder de los mineros, pueda llegar a Senador por la vía de la no competencia con otros, la plurinominal; el fuero es necesario para evadir la ley, aunque para el caso parece que esta fue diseñada para no aplicarse, o para hacer legal lo injusto. Amable lector, en PC 29 de manera terca queremos impulsar la construcción de ciudadanía; aportar a que seamos verdaderos ciudadanos que no solo cumplamos obligaciones, sino que además ejerzamos nuestros derechos, empezando por conocerlos; acércate, te decimos como puedes participar a favor de tu entorno inmediato y mejorarlo, que debes saber de las obligaciones de quien nos gobierna y representa; impulsar la democracia es impulsar y mejorar la participación; votar es un derecho y una obligación, emite tu voto, conoce las propuestas, analiza las posibilidades de cumplirlas, y sobre todo has de la participación, un hábito. Recuerda, con el voto se inicia, y en tu entorno inmediato se practica y continúa.
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