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RECORDANDO A ESCRITORES DE COAHUILA Y ZACATECAS. NUM. 41RECORDANDO A ESCRITORES DE COAHUILA Y ZACATECAS. NUM. 41
Agustín Isunza Aguirre publicó en la Revista "Nuevo Cauce" Número 4 de fecha octubre de 1966, un artículo titulado: "LA CRÍTICA Y EL VANGUARDISMO", del que tomo lo siguiente:
"Ya en México se ha hecho la crítica literaria una especialidad. Hay escritores de renombre y otros que anhelan adquirirlo, dedicados exclusivamente a la crítica. Enhorabuena, ello implica una mayor competencia en este renglón de las letras. No intentamos, por tanto, invadir ese campo de acción, nada halagüeño, de meterse a juzgar las obras ajenas".
"¿Se necesita mucho para ser un buen crítico? Sí, ciertamente, pero un sentir cerca de la impresión producida por tal o cual obra, puede expresarlo aún el menos docto. Y, frecuentemente, es más útil esta opinión porque suele ser más sincera. Refiérase que, Honorato de Balzac, se ponía a leerle a su cocinera lo que él acababa de escribir. Al tiempo que leía, observaba la expresión del rostro de su interlocutora, y esto le servía de orientación para percatarse de si aquel escrito interesaría a la colectividad. No se preocupaba mucho de la opinión de los doctos porque no siempre eran sinceros".
"Pero además, no en todo caso podemos evitar el hacer crítica, porque la tarea no sea de nuestro completo agrado y especialidad y ello se reduzca en sinsabores y quebrantos. No es cosa fácil contentar a todos y muchas veces, el más difícil de complacer es el propio auto comentado. Aún el crítico de profesión, no siempre logra este disiderátum. A uno de estos críticos, si se quiere, el más autorizado en México, en vez de agradecerle su valiosa producción de crítica, le llaman 'Monsier Prólogo'. Y hay que ver las discusiones encontradas en que se ha mezclado con otros compañeros de oficio".
"¿Qué hacer cuando al crítico de profesión no le interesa lo que a otros interesa? ¿Qué actitud vamos a tomar cuando un compañero, un amigo, ha publicado algo y por toda respuesta a su esfuerzo meritorio ha recibido una glacial indiferencia? Ante esa situación, ¿vamos a permanecer callados, impasibles, sólo porque al crítico especializado no le ha venido en gana escribir unas palabras en pro o en contra? ¿Y si el crítico dice algo insustancial, inerte, ayuno de ideas, nos conformamos con que esa opinión sea ya la última palabra? Evidentemente, no. Cuando nos impulse el deseo de expresar algo, debemos hacerlo, previa convicción de que lo que hemos escrito es bien intencionado y vale la pena de publicarse. Ya no más eso nos faltaba, que un escritor no pudiera hacer un comentario sobre otro escritor cuya vida y obra conoce".
"Algunos de mis escritos sobre crítica literaria, han levantado cierta ámpula y he tenido que sortear las saetas de críticos y 'doctos'. Por ejemplo, mi trabajo titulado POETAS COAHUILENSES, RAFAEL DEL RÍO, PUBLICADO EN EL Número 21 de la Revista Casa de Coahuila, ha motivado que el poeta Felipe Sánchez de la Fuente, se refiera a él, en forma indirecta y con aires descompuestos, en su trabajo sobre Jesús Flores Aguirre habían combatido las estridencias del vanguardismo, lo cual me hizo pensar en Lope de Vega, que fue el principal opositor de Góngora y no pudo evitar más tarde su influencia, escribió Sánchez de la Fuente, lo que sigue: 'por eso cuando he leído juicios indoctos sobre el vanguardismo (sic) de Flores Aguirre y sobre las influencias vanguardistas que se dice recibió de Rafael del Río y Héctor González Morales me he limitado a sonreír. Ese juicio acusa una supina ignorancia acerca de la obra de Flores Aguirre...'. Como yo fui el que cometió ese desacato, me permitió hacer las siguientes aclaraciones: En mi trabajo referido, hay un párrafo que fue el que motivó el disgusto del Licenciado Sánchez de la Fuente. Dice así: 'Rafael del Río ha sido el primero en escribir en Saltillo versos de corte vanguardista. Puede afirmarse que tuvo el mérito de introducir y difundir en Coahuila ese movimiento literario, que puso en marcha con las revistas PAPEL DE POESÍA, en Saltillo, y Cauce, en Torreón, al lado de Héctor González Morales, que también cultivaba ese sistema, logrando ambos influir mucho con su vanguardismo en poetas como Jesús Flores Aguirre y Felipe Sánchez de la Fuente...".
"Cuando el Licenciado Sánchez de la Fuente leyó ese párrafo, primero empezó a sonreír, pero qué tal, enseguida arremetió y calificó de indocto e ignorante en la obra de Flores Aguirre, el que tal cosa dijo. ¡Qué lástima que Flores Aguirre hubiera pensado en forma enteramente distinta! Cuando yo le recitaba sus poemas, me decía: ¡Qué bueno que en ese mismo número 3 de Nuevo Cauce, se publicó mi trabajo titulado RECUERDOS DE FLORES AGUIRRE, el cual acredita, claramente, que mi relación con este poeta y su obra, podrá revelar muchas cosas, pero nunca una ignorancia supina!".
