Despreocupado. Nicolás Maduro aseguró a sus partidarios 'yo tengo un plan para Venezuela'.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ofreció poner en marcha una nueva economía si logra la reelección en los comicios del 20 de mayo, a fin de enfrentar los problemas de recesión e hiperinflación.
"Yo tengo un plan para Venezuela, nosotros, los chavistas, tenemos un plan, podemos soñar con una nueva etapa de renacimiento económico y con el florecimiento de Venezuela, soñar con una potencia que va a surgir de los esfuerzos de todos", señaló.
En un recorrido por la región llanera de Cojedes, en la continuación de la campaña por su reelección, Maduro insistió en proponer una nueva economía, aunque no explicó los detalles.
Al referirse al tema de la hiperinflación, que ha demolido el poder de compra de la moneda nacional, advirtió a los empresarios del sector de supermercados que si continúan aumentando los precios de los bienes de consumo "se verán la cara conmigo".
"Después del 20 de mayo voy a ser presidente igual; si ustedes siguen aumentándole a lo loco los precios al pueblo se van a ver la cara conmigo, voy a hacer justicia, les doy la última oportunidad. O es por las buenas o es por las malas", alertó.
Asimismo, dijo a sus partidarios que ha valido la pena su esfuerzo hecho para resistir las presiones del imperialismo de Estados Unidos, que aplicó una serie de sanciones financieras contra funcionarios de su gobierno.
"Sí valió la pena. Hace cinco yo vine aquí y era un presidente novato. Ya no soy un presidente novato, soy un presidente Maduro, capacitado, con las que te conté (testículos) bien puestos para enfrentar a la oligarquía y al imperialismo", dijo.
ADMITEN CRISIS, PERO NO HUMANITARIA
Venezuela admitió el lunes que el país atraviesa por una crisis pero acusó a la Organización de Estados Americanos (OEA) de exagerar la situación con la meta de derrocar al presidente Nicolás Maduro.
El viceministro venezolano de Relaciones Exteriores para América del Norte, Samuel Moncada, adujo que una crisis sólo puede considerarse como humanitaria cuando colapsa la capacidad de un Estado para atender a su población, y aseguró que eso no corresponde a la realidad venezolana.
"Yo no voy a desconocer la crisis. Es ridículo desconocer la crisis, pero sí creo que la salida a la crisis pasa por la salida pacífica y no por la salida violenta que nos están planteando aquí", dijo a los Estados miembros de la OEA durante una sesión especial que por primera vez escuchó testimonios de expertos sobre la crisis que atraviesa la nación sudamericana.
El embajador mexicano ante la OEA, Jorge Lomónaco, reprochó a las autoridades venezolanas haber permitido tres epidemias de enfermedades transmisibles que ya habían sido erradicadas. "Venezuela tiene una obligación sanitaria regional e internacional. El control de enfermedades debe ser permanente y en todo el territorio", indicó.
Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, calificó como "obtusa" la negativa venezolana a recibir ayuda humanitaria internacional y reiteró su postura a favor de imponer sanciones que afecten el funcionamiento financiero del gobierno de Maduro, que en abril de 2017 empezó un proceso de dos años para abandonar la OEA.
