Gigante. El Académico Lomonósov es remolcado desde San Petersburgo en dirección a Múrmansk.
La primera central nuclear flotante del mundo, Académico Lomonósov, emprendió su primer viaje desde un astillero del mar Báltico, con la ciudad de Pevek, en Chukotka (extremo nororiental de Rusia) como destino final, para contribuir al desarrollo del norte de Rusia.
El Académico Lomonósov es remolcado desde San Petersburgo en dirección a Múrmansk para cargar combustible nuclear y encender su reactor, según la información ofrecida por la Dirección de Construcción y Operación de Centrales Nucleares Térmicas Flotantes (FNPP), filial de la Agencia Federal Rusa de la Energía Atómica (Rosatom).
Hasta el momento se tiene previsto que los reactores entren en funcionamiento para el segundo semestre de 2018, aunque una vez cargado el combustible nuclear y cuando la tripulación esté a bordo, el Académico Lomonósov será remolcado al puerto marítimo de Pevek, conforme a los cálculos realizados, a mediados de 2019 cuando la segunda parte de la ruta debe comenzar.
La central que es trasladada con la ayuda de remolcadores a una velocidad de seis kilómetros por hora a la ciudad rusa de Múrmansk, también puede desalinizar el agua y producir hasta 240 mil metros cúbicos de agua dulce al día. El periodo de explotación de la unidad es de 35-40 años.
Pevek en Chukotka, es la ciudad más septentrional del país a orillas del océano Ártico, allí se encuentra la única planta de energía nuclear del mundo ubicada en la zona de permafrost. Sin embargo, está obsoleta. Esta región rusa es uno de los mayores centros de extracción de oro y es de difícil acceso.
El barco, que fue bautizado en homenaje al célebre científico ruso del siglo XVIII, Mijaíl Lomonósov, cuenta con dos reactores de 35 megavatios cada uno, destacó la agencia Sputnik.
Según las estimaciones de Rosenergoatom, a partir de 2020 Académico Lomonósov, o como se conoce en la empresa: Plavuchka (flotante en ruso), comenzará a suministrar luz y calor a los habitantes de Chukotka.
La embarcación es capaz de proveer estos servicios a una ciudad con una población de más de 200 mil personas.
El gobierno ruso ha anunciado que para el Mundial de Rusia 2018, el subterráneo de Moscú será equipado con sistemas de reconocimiento de caras. Esta y otras soluciones tecnológicas para la seguridad se verán en junio mientras rueda el balón.
"Esto es hipernecesario también para revelar quienes son las personas que han violado la ley", dijo Vasili Brovkó, presidente del directorio de LLC Centro Nacional de Informatización (NCI, por sus siglas en inglés), una de las subsidiarias de la compañía rusa Rostec que participa de la licitación que se adjudicaría a fines de enero.
"Durante el campeonato, la cámara puede reconocer miles de personas en una tribuna. Si una persona lanza una fuego, un policía sin problemas detectará la identidad de este hooligan", agregó Brovkó.
Para el Mundial Rusia 2018, la compañía presentaría diferentes tipos de armas, más de 200 ejemplos de soluciones especiales y de equipamiento, así como soluciones TI de alta seguridad.
'Titanic nuclear'
Pasear energía nuclear por el mar no le parece tan buena idea a todos, especialmente a los ambientalistas.
"Mover las pruebas de este 'Titanic nuclear' lejos del ojo público no hará que [las pruebas sean menos irresponsables]", dijo el experto nuclear de Greenpeace Jan Haverkamp, según recoge Engadget, y añadió:
"Los reactores nucleares que flotan alrededor del Océano Ártico plantearán una amenaza sorprendentemente obvia para un entorno frágil que ya está bajo una enorme presión del cambio climático".
No obstante, Rosatom aseguró que su central nuclear flotante ha sido diseñada con un margen de seguridad que excede todas las amenazas posibles y hace que los reactores nucleares sean invencibles para los tsunamis y otros desastres naturales.
"Además, los procesos nucleares en la unidad de potencia flotante cumplen con todos los requisitos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y no representan ninguna amenaza para el medio ambiente", destacó en su comunicado.
De hecho, el plan original de la estatal rusa era cargar el reactor con combustible nuclear desde San Petersburgo y enviar la unidad flotante directamente a Pevek. Sin embargo, decidió cargarla y probarla en Múrmansk a petición de Greenpeace y varios estados bálticos. (Con información de Hipertextual.com)