Ernesto Javier ‘Calita’ estuvo a la altura en la plaza de toros Alberto Balderas de Lerdo. (Fotos de Jesús Galindo)
Triunfal tarde se vivió ayer en la plaza de toros Alberto Balderas de Ciudad Lerdo, donde los matadores Pedro Gutiérrez "El Capea" y Ernesto Javier "Calita", cortaron dos orejas cada quien, para salir a hombros ante el aplauso de los aficionados laguneros que hicieron una entrada de media plaza.
Abreplaza "Lerdantino" negro, bragado, paliabierto, 470 kilos de peso y herrado con el número 229 de la ganadería de Gómez Valle, de divisa verde esmeralda y vino, fundada en 1986. Lo recibe Pedro Gutiérrez "El Capea", vestido de verde y oro, pasa artísticos capotazos que generan las primeras reacciones de los ocupantes del tendido, dando paso al castigo del picador y las banderillas que resultan infructuosas, ya con la muleta logró el español momentos de especial conexión con el animal, que, sin embargo resultó demasiado distraído y poco cooperativo para que le ligaran tandas, estocada trasera que hizo doblar al astado, saludando el matador para recibir discretas palmas.
Sale de la puerta de chiqueros "Mi Socio", de 480 kilos, 235 el número de herraje, negro zaino, astiblanco, para Ernesto Javier "Calita", vestido elegantemente de grana y oro, recibe con faroles de rodillas, largas por el lado derecho y tras breve castigo, medias verónicas arrancan "olés" del respetable. Excelentes pares de banderillas para dar paso a la faena con muleta, previo brindis al más pequeño de la taurina familia Sotomayor; naturales que parecían interminables en el recorrido del toro inician la lidia, siempre recargado en la mano derecha, el torero elabora una faena sentida, aún cambió de mano y el toro siguió embistiendo con nobleza, estocada ligeramente delantera no hace doblar al toro, debiendo recurrir al descabello, palmas.
"Tenor" es el tercero de la tarde, negro, enmorrillado, cornalón, herrado con el número 232 y presumiendo 465 kilos de peso, bonitas revoleras ejecuta el ibérico, cediendo la res a breve labor del picador y poco vistoso tercio de banderillas. En los medios, el matador cita largo y espera paciente para torear por el lado derecho, rematando con desdén a un astado falto de fiereza, Gutiérrez plantó los pies sobre la arena y mostró artísticos recursos, manteniendo al animal a escasos centímetros, logró meterlo a los terrenos que deseaba, reconociendo la afición con sonoras palmas, perfecta estocada en la cruz acaba con la existencia del toro, recibiendo el matador una oreja como resultado artístico, cediendo el juez a la petición popular de otorgar la segunda.
Cierra el festejo "Compita", herrado con el 258, registrado con 502 kilogramos, castaño, capacho, elegante toro que recibe "Calita" con faroles de rodillas, abreviando la labor con capote y solicitando el tercio de varas, pasando igualmente rápido a las banderillas. Con muleta ejecuta largos derechazos, iniciando una íntima conexión con el astado que atiende a la cita con el trincherazo, embiste con los dos pitones y acude al remate con desdén. El mariachi ejecuta "Pelea de gallos" y el matador muestra su mejor toreo, una faena sentida, con buenos momentos que rescató "Calita" ante la distracción del toro, culmina con estocada cruzada, doblando el toro, para que el mexiquense recibiera par de orejas.
