Angelique Kerber se impuso 6-4, 5-7, 6-4 para lograr su primera victoria en las Finales de la WTA y seguir con vida en el torneo.
Sloane Stephens logró su segunda victoria en las Finales WTA, y Angelique Kerber la primera, en una jornada que acabó sin que todavía se conozca ni una jugadora con plaza asegurada para las semifinales.
Kerber venció a Naomi Osaka por, 6-4, 5-7 y 6-4, en dos horas y 29 minutos, y luego Stephens a Kiki Bertens, por 7-6 (4), 2-6 y 6-3 en dos horas y 20 minutos.
De ocho partidos disputados en lo que va de torneo, solo los dos de la primera jornada fueron a dos sets, el resto consumieron los tres parciales, y superando casi todos las dos horas, prueba inequívoca de la gran igualdad que existe en esta edición.
Si hoy Elina Svitolina gana tan solo un set contra Caroline Wozniacki será la primera en lograr el gran objetivo de las ocho participantes.
Kerber sufrió para superar a Osaka, e inaugurar su casillero de victorias. Y al final acabó con algunos problemas en la espalda.
El duelo entre la campeona de Wimbledon y la del Abierto de EE.UU. se decantó del lado de la germana en una dura lucha, con la recompensa de mantenerse viva en la lucha por las semifinales.
La alemana llegó a sacar para ganar el partido en el segundo set, con 5-4 a favor, pero Osaka fue capaz de sobreponerse y romperle el saque y ganar en total tres juegos consecutivos para llevar el duelo a la tercera manga.
Kerber logró la rotura que sería decisiva en el séptimo juego, para cerrar el encuentro a la primera oportunidad y lograr una victoria crucial.
Después, Stephens tenía la oportunidad de clasificarse para las semifinales, si ganaba en dos sets a Bertens, pero la holandesa desbarató esa posibilidad con una gran defensa.
La discípula de Raemon Sluiter llegó incluso a dominar en el último parcial 2-0 y servicio, pero la campeona en Nueva York enlazó después cuatro juegos consecutivos para dominar ella por 4-2 y romper de nuevo en noveno juego para alzarse con la segunda victoria ante esta misma rival (Roma en 2013).