Peligro. Las autoridades temen que la cifra de fallecidos continúe elevándose debido a las heridas.
El número de personas muertas en el triple atentado con coche-bomba perpetrado antier viernes por el grupo yihadista Al Shabab frente a un lujoso hotel de la capital de Somalia aumentó a 53, confirmaron ayer fuentes médicas.
El servicio de ambulancias de Amin, el único servicio gratuito que funciona en Mogadiscio, afirmó al medio local Goobjoog News que la cifra mortal había aumentado a medida que algunos de los cientos de heridos sucumbían a sus heridas y más cuerpos eran recuperados del lugar de los hechos.
"Transporté 20 cuerpos y 3 personas heridas a los hospitales de Digfer, Medina y Daru Shifa", aseguró Bashir Hassan Farah, trabajador del servicio de ambulancias Amin, antes de añadir que "el número (de muertos) ha subido a 59".
Los coche-bomba estallaron en hora punta en una de las calles más concurridas de la capital, a pocos metros de la rotonda KM 4, un punto de control y acceso al aeropuerto internacional de Mogadiscio y donde se encuentran varios hoteles y restaurantes.
Los dos primeros coche- bomba explotaron casi de forma simultánea en torno a las 16.00 hora local en el exterior del lujoso hotel Sahafi.
Y la tercera explosión, unos 20 minutos después, ocurrió en un automóvil estacionado en el aparcamiento del hotel Hayat, en la parte trasera del Sahafi.
Los dos hoteles se encuentran en una de las calles más transitadas de Mogadiscio y a pocos metros del KM4, un cruce de calles que cuenta en sus cercanías con la sede del Departamento de Investigación Criminal (CID) y multitud de bares y restaurantes.
Entre los muertos figura el propietario del Sahafi, Abdifitaax Abdirashiid Shire, cuyo padre a su vez murió en un atentado similar contra el mismo hotel en 2015, según la radio local Dalsan.
El grupo yihadista Al Shabab reivindicó la autoría de los ataques y varios de los terroristas fueron abatidos cuando intentaron entrar al hotel Sahafi, según confirmaron fuentes de seguridad a la radio Dalsan.
El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió ayer de que los somalís "no serán disuadidos" en su búsqueda de una paz duradera y una estabilidad política, y envió sus condolencias a las familias de las víctimas.