¿Sufres de fascitis plantar?
La fascitis plantar, es la inflamación e hinchazón de la fascia plantar, es decir, el tejido grueso en la planta del pie, mismo que conecta el calcáneo a los dedos y crea el arco del pie.
El doctor Jorge Galván Zermeño, especialista en medicina del deporte, explica que la inflamación de esta parte del pie se presenta cuando la banda gruesa de tejido en la planta del pie que es la fascina, se estira o se sobrecarga demasiado, lo cual suele provocar un dolor muy intenso y dificultad para caminar.
Una persona suele ser más propensa a padecer la fascitis cuando se tienen problemas con el arco del pie, ya sea pie plano o arco plantar alto, corre largas distancias, cuesta abajo o sobre superficies desiguales.
Otro factor es la obesidad o aumento de peso de manera repentina.
También es probable que la presente si tiene muy tenso el tendón de Aquiles, usa zapatos con soporte de arco deficiente o suelas blandas o cambia constantemente sus actividades.
La fascitis plantar suele presentarse de igual manera en hombres y en mujeres y es uno de los dolores ortopédicos más comunes del pie.
Anteriormente se llegó a suponer que la fascitis plantar era ocasionada por un espolón en el talón; sin embargo, se han realizado estudios en los cuales se determina que no es así, porque en las radiografías, se observan espolones en el talón en personas con y sin fascitis plantar.
Los síntomas
El doctor Galván Zermeño señala que el síntoma más común y frecuente es el dolor y la rigidez de la parte inferior del talón y ese dolor puede ser agudo; además, la planta del pie también puede presentar ardor.
El dolor generalmente suele incrementarse en las mañanas cuando se dan los primeros pasos, o bien, después de pararse o sentarse por un rato.
También se presenta con mayor regularidad al subir escaleras, después de actividad intensa, al caminar, correr o saltar cuando se practica algún deporte.
El dolor no siempre inicia de manera repentina, sino que hay ocasiones que el paciente lo presenta paulatina y gradualmente o después de una actividad muy intensa.
El diagnóstico
El médico del deporte explica que para poder detectar si se padece una fascitis, se debe realizar un examen físico, con el cual se puede detectar el dolor en la parte inferior del pie, a lo largo de la planta del mismo, un pie plano o arco alto, hinchazón o enrojecimiento leve en el pie, rigidez o tensión en el arco de la parte inferior del pie.
El médico puede recurrir a las radiografías para descartar otro tipo de problemas.
Control
Además de medicamento, el médico brindará al paciente un tratamiento mediante alguna serie de ejercicios, así como estiramientos que ayuden al área del talón y el pie.
Pueden ser recetados fármacos como analgésicos y antinflamatorios, para reducir el dolor y la inflamación.
También se recomienda el uso de férulas durante las horas de sueño para que se mantenga el pie estirado y descansar lo más que se pueda durante varios días que determinará el médico.
Las molestias pueden disminuir aplicando hielo en la parte del pie donde se siente dolor, por un lapso de 10 a 15 minutos, dos o tres veces.
Por último, el doctor Galván Zermeño señala que en caso de no mejorar deberán tomar otro tipo de medidas como el uso de una bota como férula por varias semanas y quitarla solo para bañarse por un tiempo; deben utilizarse plantillas ortopédicas para zapatos y de no ceder la molestia, aplicar inyecciones de estero ideas.
Si todas las medidas resultan insuficientes, probablemente se requiera de una intervención quirúrgica.
Sin embargo, algunos de estos tratamientos no quirúrgicos pueden llegar a eliminar o reducir considerablemente el dolor, pero suelen durar mucho tiempo, hasta meses o años.
PrevenciónPara evitar el dolor se debe:
*Mantener el tobillo, el tendón de Aquiles y los músculos de la pantorrilla flexibles.
*Realizar estiramientos de la fascia plantar por las mañana, antes de levantarse de la cama.
*Llevar a cabo otras actividades físicas ligeras y con moderación, para ejercitar.
