¿ENVASA SUS CONSERVAS?¿ENVASA SUS CONSERVAS?
Aparentemente, en esta época de tantas facilidades y en que la gente piensa en comprar todo ya hecho, se ha perdido la costumbre de envasar en casa las mermeladas y conservas que habrá de consumir la familia todo el año. No obstante, hay por ahí todavía muchas mujercitas hacendosas que disfrutan al preparar y envasar ellas mismas las frutas de la estación. Para ellas, es pues esta idea que reducirá su trabajo al mínimo: Lávense todos los tarros que se van a usar en agua tibia, jabonosa, de manera que queden perfectamente limpios. Luego, acomódese en la lavadora de loza. Los arillos de hule y las tapas, después de pasar por el mismo lavado, podrán colocarse en el compartimiento para las cucharas de la lavadora. Se ajusta el aparato en el ciclo que dice: "enjuagar y secar" de manera que los tarros estén calientes, secos y esterilizados precisamente cuando la fruta o lo que usted vaya a envasar esté ya listo. De igual manera, lo estarán las tapas para el cierre hermético de los tarros, sin la molestia de hervir agua para cada envase individual.
LÍMPIELO POR PARTES
Si es usted un ama de casa que además tiene que trabajar fuera, le sugiero que cuando limpie su refrigerador, lo haga por partes, una parrilla a la vez, dividiendo el trabajo en tres o cuatro días. Es más fácil que tratar de hacer todo el trabajo al mismo tiempo. Puede fácilmente sacar la comida, limpiar la parrilla o entrepaño el área que la rodea muy bien, después volver a colocar los alimentos sin que el refrigerador permanezca mucho tiempo abierto. Al día siguiente, haga lo mismo con la parrilla siguiente, etc. Ni siquiera sentirá que está haciendo un "duro trabajo" como cuando sucede cuando tiene que vaciar todo el interior de su refrigerador a un solo tiempo y además como no demorará usted el trabajo, su refrigerador estará siempre limpio.
HAGA DOBLE CANTIDAD
Hay maneras de ahorrar tiempo y dinero en el desayuno. Cocine doble cantidad de waffles y pan francés y ponga los sobrantes en el congelador. Cuando se necesiten, los que quiera y colóquelos en el tostador para que se calienten. Saben casi igual que cuando están recién preparados y sólo tomarán unos minutos. Otra forma de ahorrar es usar las charolas de espuma plástica en las que están empacados diferentes alimentos bien limpias, por supuesto. Sirven muy bien para que los niños coman un bocadillo, incluso por las tardes. Si las charolitas caen de la mesa, usualmente no se rompen. Pero si sucede, no se habrá perdido de nada.