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"El vocablo monumento es de origen latino: 'monumentum', de la cual el sufijo 'mentum' hace referencia a mente, memoria o recordar, es debido a que un monumento es un instrumento o medio para recordar alguna cosa. Se consideran en esta categoría aquellas obras arquitectónicas que rememoran, mediante obras materiales, algún acontecimiento relevante o de gran importancia que haya ocurrido en el pasado o a un personaje emblemático que de alguna forma haya marcado su huella en la historia…".
Pese a que las esculturas urbanas y monumentos forman parte importante del patrimonio cultural e histórico de la ciudad, las autoridades no cuentan con un registro de ellos. En este trabajo, se presentan algunos de los monumentos más representativos, testigos mudos del pasado y presente de Torreón.
Es interesante mencionar que cuanto más vamos investigando en relación a los monumentos con que contamos en Torreón, más información va apareciendo y que nos confirman que el primero de ellos fue el que se erigió al Benemérito de las Américas, don Benito Juárez, y esto fue en 1914 durante el período de gobierno municipal de don Andrés Farías Hernández.
Que el monumento dedicado a Cristóbal Colón fue un obsequio de la colonia española y fue erigido en 1928. Que fue en 1932 cuando en el torreón de La Alianza se coloca una placa en bronce para conmemorar los primeros 25 años de Torreón como ciudad y fue en 1981 cuando los terrenos donde se ubica fueron donados al municipio y a partir de entonces fue considerado como un monumento y que de acuerdo a una de las definiciones que al respecto encaja perfectamente al mencionar que es "una construcción que tiene gran valor histórico y artístico".
Haciendo un recorrido por el Boulevard Torreón-Matamoros, frente a un conocido hotel, encontramos el monumento ecuestre dedicado a don Raúl Madero, que por cierto ha ocupado previamente otros lugares por este mismo rumbo. Más adelante, encontramos el Manto de la Virgen (2007), obra escultórica de los maestros, don Rogelio Madero y de su hijo, David, con dimensiones de 32 metros de largo, nueve de ancho y un peso de 50 toneladas, mismo que desde los inicios de su construcción en un terreno baldío del Boulevard Independencia, se mencionó que iba a ser ubicado en un lugar en el Cerro de las Noas, donde actualmente se construye el Parque Ecológico con vista hacia la ciudad.
Por el Periférico norte, encontramos dos de las esculturas gigantescas de Sebastián, a las cuales ya nos hemos referido: una de ellas con el nombre de La Puerta de Torreón y la otra Torreón al porvenir, independientemente de la escultura de este mismo escultor, El vuelo del halcón, que se encuentra dentro de las instalaciones de la Universidad Autónoma de La Laguna.