Realidad. Los 'coyotes' compraron hasta a 10 pesos el kilo de frijol, pues saben de la necesidad, opina Vicente Victorio Robles. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Resulta preocupante, triste y hasta lamentable que un refresco de cola cueste 11 o 12 pesos, mientras que un kilo de frijol tenga un precio de 10 pesos o menos en el mercado de los intermediarios o "coyotes", lo que debería mover a las autoridades a replantearse su actuación con respecto al proceso de comercialización de este grano que se produce primordialmente en la región de los Llanos.
En estos términos lo planteó Vicente Victorio Robles, presidente del Consejo de Vigilancia del Sistema Producto Frijol del Estado de Durango, luego de reflexionar sobre el contraste que hizo con relación a lo que puede costar un refresco y un kilo de frijol, una comparación, dijo, que es inevitable hacer cuando los campesinos compran una bebida de esas características, ya sea en una miscelánea o en una tienda de conveniencia.
"Mientras que un refresco le puede costar los 11 o los 12 pesos, y que se termina en un ratito, un kilo de frijol lo anda vendiendo uno en los 10 pesos a los 'coyotes', pero con la diferencia de que con esa cantidad de frijol come toda la familia y hasta le sobra para el día siguiente. Así está la comparación, que muchas veces no nos ponemos a analizarla, pero que es la realidad", comentó el también productor de frijol originario de la comunidad Cuauhtémoc, municipio de Cuencamé.
Si bien es cierto, puntualizó, el frijol se estuvo comprando en el pasado esquema de comercialización a 13.50 pesos en las bodegas autorizadas por la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca), lo cierto es que ese precio no compensa los costos de producción que tiene que realizar el campesino en cada ciclo agrícola.