Ventas. Las ventas en los restaurantes no todo el año son buenas, ya que en ocasiones la afluencia de comensales baja.
Los impuestos a los alimentos de importación, el incremento de hasta un 300% en el cobro de luz y el crecimiento paulatino que mantiene la gasolina, para el sector de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera (Canirac), mantenerse en el mercado laboral ha sido cada vez más complicado.
Jorge Muñoz Guerrero, presidente de la Cámara, expresó que los aumentos constantes le resulta ser un gran golpe a la estabilidad del sector, obligando al cierre definitivo para algunos empresarios.
"Este año en particular fue aún más difícil para nosotros, fue un año electoral, incrementaron los aranceles, la luz presenta aumentos de entre 70 y 300 por ciento, son factores que nos afectan a nuestros gastos directos", dijo.
Aunado a los incrementos económicos, Jorge Muñoz explicó que no todo el año las ventas son buenas, pues existen ocasiones en donde baja mucho la afluencia de comensales, siendo estas fechas en las que se complica mantener un establecimiento abierto.
SIMPATÍA DEL SECTOR
Pese a que este año sí se ha registrado el cierre de empresas, también se ha visto reflejado el crecimiento del sector, señalando que los locales de comida son los primeros en rentarse en un centro comercial.
Agregó, además, que en Durango cada día llegan nuevas franquicias, por lo que señaló que los duranguenses le continúan apostando a la gastronomía, hecho que ayuda a contrarrestar el constante aumento en la industria.
En lo que respecta a la intención de incrementar el salario mínimo, Muñoz Guerrero lo ve favorable, pues considera que el salario de los trabajadores ha estado castigando durante muchos años en todo el país.
