La reunión permanece hasta las cinco o seis de la tarde, como se acostumbra en los panteones ejidales. (EL SIGLO DE TORREÓN)
A sus más de 80 años doña Esperanza Martínez, todavía "religiosamente" acude al panteón del ejido Lequeitio a visitar a su esposo y a sus tres hijos. Tiene algunos 62 años y dice que cada dos noviembre acudirá a verlos, mientras "Dios se lo permita".
Doña esperanza vive en el ejido Coruña de Francisco I. Madero y por su avanzada edad tiene dificultad para caminar, pero repite que seguirá recordando a su "viejo" quién falleció hace 25 años y sus tres hijos. El primero falleció cuando ella tenía 25 años y los otros varios años después.
La celebración del Día de Muertos reúne hasta 20 personas de su familia entre hijos, nueras, nietos y bisnietos, quienes desde temprano arriban al campo santo para arreglar las tumbas, luego se reza el Rosario y después degustan los alimentos que cada familia lleva.
La reunión permanece hasta las cinco o seis de la tarde, como se acostumbra en los panteones ejidales.