El América es ahora el equipo más ganador en la Primera División de México; atrás quedó el empate con las Chivas; los dos equipos más amados y odiados a la vez.
Y el resto de los aficionados al futbol tendremos que vivir con eso, al menos por un tiempo.
El primer partido fue un engaño, un robo... no sé cómo llamarlo, pero cada quien elige si lo vio o no. Aburridísimo.
Por ahí leí voces que lo defendían como un "duelo de estrategias", pero al aficionado promedio lo que nos llama en el futbol mexicano es la estrategia de gritar goles y expresar emociones; si quisiéramos "estrategia", veríamos una partida de ajedrez, apasionante también.
Sin embargo, el 0-0 en el primer partido era hasta cierto punto previsible; al jugarse los dos encuentros en el mismo escenario y sin el valor añadido al gol de visitante, el primer duelo no tenía sentido. A menos, claro, que uno de los dos quisiera aprovechar desde el principio... pero les ganó el miedo, digo, les ganó la "estrategia".
Para el segundo juego tenían que cambiar, y el que cambió fue Cruz Azul, dejándole así abiertas las puertas de la historia al rival, el América.
Los americanistas celebran ahora 13 títulos en Primera División, nadie como ellos; ¡enhorabuena! En verdad, felicidades, sobre todos a mis amigos "Chava", mi compadre "Ton", el buen Manye Castil (columnista incansable de este diario) y los que escapen a mi memoria, que son muchos.
Es tiempo de celebrar, que lo hagan con ganas, porque la alegría pasa pronto en esta Liga MX.
Ayer, apenas terminó el partido de vuelta en el Azteca, y en las calles del Centro de Torreón se apreciaron aficionados sonando sus claxons y ondeando banderas amarillas: "¡Arriba el América!".
En lo personal, no me afecta si el América gana. Me caía mal cuando Orvañanos narraba sus partidos, en verdad lo convertía en un equipo odioso. Pero desde que el comentarista salió de Televisa, él me cae bien y las Águilas me son indiferentes.
A los santistas les queda seguir con su argumento de "poco tiempo, mucha historia"; promedio títulos por año. Así se han defendido desde que los Guerreros son protagonistas en liguillas y un equipo ganador. Ya vendrá una revancha en 2019.
A los cruzazulinos... a ellos no se qué les quedé; este era su año. Volvieron al Azteca, ganaron la Copa a medio torneo, al frente tenían a un verdadero domador de infortunios, contrataron presidente con mentalidad ganadora, gastaron más de 45 millones de dólares en refuerzos ¡y ni así se armó!
Ya para que salga Andrés Manuel López Obrador a darles ánimos, algo no anda bien.
Se acaba la campaña de la Liga MX y la vida sigue. Con unas Chivas que vieron la final desde el otro lado del mundo en busca de disputarse el quinto puesto en el Mundial de Clubes.
Y el resto de los aficionados al futbol (no sólo a la liga local) esperamos ver un Real Madrid - River Plate en la final de dicho torneo. Falta que se dé.
Lo mejor: la NFL y la Liga Premier no se detienen en este época navideña, así todavía queda mucho qué ver.
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