REFERENTE. María del Pilar Díaz de Rivera Valderrama fue figura clave para la educación en la Comarca Lagunera. (ARCHIVO)
La educación jugó un papel clave en su vida desde temprana edad. María del Pilar Díaz de Rivera Valderrama fue la quinta de siete hijos que nacieron en el hogar que el español Manuel Díaz de Rivera y la chihuahuense Mercedes Valderrama, construyeron con amor y valores.
Esa familia sui géneris, como doña Pilar la definía, le brindó la oportunidad de estudiar la secundaria y el primer año de preparatoria en un internado de Monterrey, donde aprendió el idioma inglés. Poco tiempo después se enamoraría de Alejandro López y se casaría con él. Así, el matrimonio engendró cuatro hijos: Cecilia, Alejandro, María del Pilar y Mauricio.
Sin embargo, la vida no cesa en sus pruebas y la enfermedad de su marido le hizo tomar la decisión de tomar una carrera corta para trabar de inmediato, y así sacar adelante a su familia.
Con la mira en alto, eligió aprender el oficio de taquígrafo-mecanógrafo, con el objetivo de conseguir empleo en alguna oficina. Pero los giros del destino la llevaron a dar sus primeras clases de inglés en el Colegio La Paz.
Sería un viaje a Nueva York el acontecimiento que abriría su perspectiva. Doña Pilar tuvo en mente la creación de una escuela en la que se prepare a los jóvenes no sólo en el ámbito académico, sino también en una formación de refinamiento.
Añadió a su proyecto materias como literatura, arte dramático, urbanidad y hasta equitación. Es así como en 1961 el Instituto María Cristina abrió sus puertas gracias a la iniciativa de doña Pilar y la ayuda de personas cercanas.
Durante 58 años, decenas de generaciones han podido graduarse de la institución. Tarea que doña Pilar supo mantener a base de esfuerzo y trabajo diario. Se enfrentó a una sociedad que no vería con buenos ojos que una mujer trabajara, pero supo contestar con logros y reconocimientos.
Una de sus mayores preocupaciones era la indisciplina que impera entre los jóvenes de la actualidad. Pero se declaraba orgullosa por ver a tantas mujeres laguneras superar el reto del emprendimiento, reconociendo así sus raíces dentro del Instituto María Cristina.
María del Pilar Díaz de Rivera Valderrama, quien también fuese colaboradora de la revista Siglo Nuevo en esta casa editora, falleció el pasado 6 de junio. Tras su partida, deja un ejemplo de aprendizaje, valores y amor por la educación. Una inspiración para quienes tuvieron la oportunidad de tomar sus clases y un aliciente en las nuevas generaciones hambrientas de referentes.