En la última semana de diciembre se dio a conocer que el Senado apuraba trabajos de remozamiento de la sede. (AGENCIA REFORMA)
A cinco días de que inicie el nuevo periodo ordinario de sesiones, los trabajos de remozamiento en el Senado, en los que se hizo una inversión millonaria con recursos públicos, no concluyen todavía.
La Cámara alta destinó 254.8 millones de pesos para obras y reparaciones de la sede parlamentaria inaugurada hace apenas nueve años.
El salón de plenos y el Patio del Federalismo siguen cerrados y los trabajos a marchas forzadas se mantienen durante largas jornadas; incluso, un grupo de albañiles se ha quedado a pernoctar en el estacionamiento del sótano 4 para ganar tiempo.
En el Patio del Federalismo, el viernes pasado los trabajadores esperaban aún a que las capas de impermeabilizante se secaran para terminar el remozado de los pisos.
El trabajo más arduo ha sido la instalación de una estructura de metal de la cual cuelgan decenas de metros de tubería que ayudarán a evitar las goteras con las que fue entregada la sede parlamentaria.
En la última semana de diciembre, se dio a conocer que el Senado apuraba trabajos de remozamiento de la sede inaugurada en 2013, los cuales abarcaban el cambio de más de 20 mil metros cuadrados de alfombras de oficinas administrativas y mil 879 del salón de plenos y de la Comisión Permanente.
En su momento, la Secretaría de Servicios Administrativos del Senado informó que las obras fueron instrucción de la Junta de Coordinación Política y que se utilizó dinero producto de las medidas de austeridad aplicadas, recorte de personal y reducción de la bolsa discrecional que se asigna a los grupos parlamentarios.
Incluso justificó que, de no haberse iniciado las obras, el Senado habría incurrido en una "grave omisión" con la seguridad de trabajadores, legisladores y visitantes.
Las obras partieron de un diagnóstico en el que enlistaron sistemas y equipos con tecnología obsoleta que representaban altos costos para la Cámara .
En el caso del salón de sesiones, se requirieron trabajos de mantenimiento y renovación del equipo de extracción de aire, pues desde su instalación hace nueve años, no se conectó a los extractores, por lo que el monóxido de carbono sólo se reciclaba, según se argumentó.
La renovaciones incluyeron una actualización biométrica del sistema parlamentario de asistencia y votación e inversiones en los elevadores que les resultaban insuficientes.
