En términos de interior los materiales que encontramos son suaves y se perciben de muy buena calidad. (ARCHIVO)
El mercado de las SUVs es tan grande y tan variado que nadie se puede dar el lujo de descuidar cada uno de sus subsegmentos. En Audi lo saben, y por eso, presentaron hace unos años la Q2, un vehículo con carrocería utilitaria, pero con un carácter más juvenil que el modelo que le sucede: la Audi Q3.
La marca de Ingolstadt aprovecha la llegada de la segunda generación de Q3 para diferenciarla y convertirla en una excelente opción de verdadero auto familiar. Para empezar es más grande en todos los sentidos, incluyendo un aumento de 77 mms en la distancia entre ejes. Esto supone un incremento en el espacio interior para los ocupantes, así como mayor estabilidad a altas velocidades y menor transferencia de peso en curvas cerradas.
Es 97 milímetros más larga y 18 milímetros más ancha, que puede no parecer un gran avance, pero esto sin dudas la coloca a la par de sus rivales, que también crecieron en dimensiones respecto a sus generaciones pasadas. Estéticamente, sigue los trazos de la marca con una parrilla más prominente, grupo de iluminación dividido en módulos con líneas agresivas y un perfil con salpicaderas crecidas para "emular" al Audi Quattro, el deportivo icónico de la marca de finales del siglo pasado.
Donde más se nota un fuerte cambio es en la parte posterior, pues ahora, al igual que los nuevos modelos de la familia alemana, presume líneas muy afiladas, con proporciones agresivas que le dan un aire de deportividad a la camioneta, especialmente cuando hablamos de la variante S-Line, que cuenta con rines y emblemas especiales en la carrocería.
En términos de interior los materiales que encontramos son suaves y se perciben de muy buena calidad, algo que sin dudas esperaríamos de una SUV proveniente de la firma de los cuatro aros. Se tiene una amplia disponibilidad de opciones entre los que destacan alcántara, piel y aluminio pulido, así como iluminación ambiental configurable con diferentes colores, un clúster 100 % digital con dos configuraciones diferentes y el sistema de infoentretenimiento Audi MMI con una pantalla táctil desde la que se pueden controlar diferentes elementos de la camioneta, funcionales y de aspecto.
Mecánicamente, llegarán dos diferentes opciones a México: 35 y 40 TFSI. La primera de ellas consta de un motor de 1.4 litros turbocargado con 150 hp y transmisión automática de seis marchas.
